����Mujeres entrerrianas�"�", un libro en busca de una justa reconstrucción histórica
Hace unos días, la Editorial de Entre Ríos realizó la presentación, en la Biblioteca Provincial (Alameda de la Federación 278), de �SMujeres entrerrianas⬝, un libro realizado entre el Archivo General de la Provincia y la Editorial de Entre Ríos. Dicha presentación se dio en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y de las actividades propuestas para el presente mes.
Los trabajos, que llenan las casi 120 páginas del libro, y la posibilidad de publicación que se efectúa en el 2022, se dan en un contexto de luchas que demandan una reparación de la narrativa histórica provincial en la que figuren los hechos realizados por mujeres relegadas, debido a su género, al ámbito privado, a la marginalidad o al olvido.
�SMujeres Entrerrianas⬝ está conformado por seis textos que incluyen, en sus títulos, los nombres de las mujeres sobre las que se habla: �STadea Jordán. Memoria y Silencios⬝, �SLa Dragona Montenegro⬝, �SLa Delfina, esa misteriosa mujer⬝, �SCecilia Grierson. La primera médica⬝, �SMacedonia Amavet de Moreno: crecer entre idas y vueltas⬝ y �SAna Emma Lucía Bedogni de Basaldúa. Presencia y memoria de una educadora entrerriana⬝.
El libro cuenta además con un prólogo y un apartado dedicado a los autores: Aida Toscani, María Candelaria Churin, Rubén Bourlot, Sara del Rosario Mentasti y Elvira Norma Fernández Doux de Demarchi. Las referencias bibliográficas en las que se basan, se encuentran marcadas con notas al final de cada texto.
Esto último cobra absoluta relevancia porque trasciende el objetivo de verificación y fiabilidad de la información al implicar la denuncia por la ausencia de registros: �Ssi de manera fortuita emerge una figura protagónica, el tiempo y el desinterés de los historiadores va borrando sus huellas⬝ (Bourlot; 2022: 39). Así, los textos son el resultado de investigaciones de las más variadas fuentes que van desde archivos históricos, periódicos y revistas locales o de otras provincias, hasta aquellas del ámbito privado como memorias y cartas.
Sumado a ello, ante la escasez de material, los autores han debido abocarse a la tarea de analizar textos en los que se menciona a las protagonistas y e ir relacionándolos con otros documentos en un intento de armar sus historias como un rompecabezas a base de incógnitas, sirviéndose de herramientas interpretativas como la genealogía.
Los primeros textos que recuperan las actuaciones de Tadea, la Delfina y la Dragona Montenegro, son los que cuentan con menos documentación biográfica específica y, por ende, con un mayor trabajo de reconstrucción de los acontecimientos históricos en torno a las guerras libradas en la provincia: Tadea, madre del Supremo Entrerriano Francisco Ramírez, un pilar fundamental en la organización y en los negocios familiares y como intermediaria en la información de exiliados, todas acciones que dejan entrever su capacidad política en un análisis que pone el foco en el ámbito privado; la Dragona, Juana, que acompañó y peleó junto a su esposo en el Paso de Belén, supo callar a quienes se burlaban de ella saliendo invicta de la lucha con trofeos arrebatados a sus contrarios; la Delfina, la mujer que acompañaba a Francisco Ramírez en su campaña y a la que se señala en algunos registros, con tintes novelescos románticos, como la causante de su fin: �SRamírez vuelve sobre sus pasos para enfrentar a sus perseguidores y salvar a su compañera que había sido atrapada por los enemigos y caer herido de muerte⬝ (Bourlot: 57).
Por su parte, los relatos siguientes se afirman sobre una mayor cantidad de información disponible: Cecilia Grierson, entrerriana por adopción, fue la primera mujer médica del país y primera graduada universitaria, pionera en la instalación de escuelas en nuestra provincia lo cual contribuyó a la disminución del analfabetismo y creadora de una escuela de enfermería nacida de la necesidad de formar personas que colaborasen en las labores médicas, defensora incansable de los derechos de la mujer que la llevaron a promover la creación del Consejo de Mujeres; Macedonia, docente, escritora periodística y activista feminista; Ana Emma Lucía, la primera mujer en acceder al cargo de Ministra de Educación no solo de la provincia, sino también del país y de Latinoamérica.
Entre estos nombres protagónicos se cuelan otros que se cruzaron en la vida de dichas mujeres y tuvieron alguna participación: Sara de Felipe, designada Subsecretaria de Educación; Teresa Ratto, médica compañera de Grierson.
Los textos tienen la particularidad de materializar la historia a través del orden en el que están dispuestos en el libro y, a su vez, de transportarnos a cada época a través de la narrativa: �Sde varonil carácter [la Dragona] hacía siempre ostentación de su sable ceñido sobre la pollera⬝ (Bourlot: 41), se lee en uno de los primeros escritos en un contexto de mayor invisibilidad femenina para luego, avanzando en las páginas del libro, redimirse, subsanarse en un contexto posterior donde ya las mujeres se han reunido en congresos y han ocupado cargos públicos: �Sreconocemos su sentir en cuanto a que el derecho de todos los hombres a la educación incluye el derecho a la educación de todo el hombre. Educación de todos los hombres y mujeres⬝ (Mentasti en Bourlot: 109).
El libro, sin pretensiones de presentarse como concluído, es una lectura necesaria y una invitación a continuar con trabajos de investigación, tanto en torno a las mujeres allí mencionadas como de otras, y lograr la enmienda y reconstrucción de nuestra historia.
(ANÁLISIS, Por Belén Giménez)