La pelea será en el AT&T Stadium, el hogar de los Dallas Cowboys a más de 19 años de su última pelea profesional. La velada comenzará a las 22 y será una transmisión a través de Netflix.

 Su última pelea profesional fue una derrota ante Kevin McBride, y su última pelea de exhibición fue hace cuatro años, cuando, curiosamente, Paul peleaba en su segundo combate profesional en el mismo evento.

La pelea estaba inicialmente programada para julio de este año, pero fue pospuesta cuando Tyson sufrió un brote de úlcera.

Competir al más alto nivel presenta desafíos a medida que los atletas envejecen, con la condición física y mental siendo más difícil de recuperar. Pero en un deporte como el boxeo, también existen desafíos neurológicos.

 Dado que su vida profesional se ha basado en recibir golpes en la cabeza, Tyson podría estar en mayor riesgo de daño neurológico al regresar al ring, según el Dr. Nitin K Sethi, profesor asociado de neurología en el Weill Cornell Medical College.

 En particular, las comisiones de boxeo a menudo consideran que los luchadores de más de 40 años tienen un “alto riesgo” de sufrir nuevas lesiones. Fuente: CNN.

Las reglas del combate 

La pelea entre Jake Paul y Mike Tyson será un combate sancionado por el Departamento de Licencias y Regulación de Texas, con condiciones especiales que se han implementado específicamente para este enfrentamiento. Entre estas reglas, ambos peleadores usarán guantes de 14 onzas, en lugar de los guantes estándar de 10 onzas, lo que afecta el ritmo y la estrategia de la pelea.

Además, cada round durará solo dos minutos, a diferencia de los tres minutos tradicionales para peleas de peso pesado. La pelea tendrá una duración máxima de ocho asaltos, en lugar de los diez o doce rounds habituales en combates de campeonato en esta categoría.

Con estas adaptaciones en las reglas, el evento buscará ofrecer un espectáculo diferente a los combates convencionales de boxeo, en especial dado que Tyson y Paul representan a generaciones y estilos distintos dentro del ring.