Con la nueva tasa de interés: plazo fijo vs dólar
Maximiliano Montenegro, periodista económico que forma parte de #ComunidadAhora, describe el escenario actual de los inversionistas tras la escalada del dólar y la suba de tasas.
El Gobierno está tomando medidas de cortísimo plazo para frenar la corrida cambaria y ganar tiempo hasta que se defina cómo el Banco Central recompondrá sus reservas de divisas, vía el ingreso de los dólares de la soja (que hoy no están entrando) y/o con el cierre de acuerdo de adelanto de desembolsos con el FMI.
La fuerte suba de la tasa de interés por parte del Banco Central, conducida por el ministro de Economía Sergio Massa, apunta a evitar una dolarización de ahorros de los depositantes en plazo fijo, que si bien están estables, venían perdiendo frente a la inflación y la escalada del dólar de las últimas dos semanas.
Las cuentas que hay que hacer para evaluar si conviene mantener un depósito a plazo fijo o resguardarse en los dólares libres es la siguiente: La tasa nominal anual (TNA) sube de 81 a 91%. Esta será la nueva tasa para depósitos de hasta 30 millones de pesos. (Para depósitos mayores la TNA sube de 72,5 a 85,5%). Con una TNA del 91%, la tasa efectiva mensual que pagan los bancos será de 7,6% más en línea con la inflación del 7,7% en marzo y un número similar en abril. Pero lo que hay que evaluar es la tasa efectiva anual (TEA): es decir, la renta esperada si se renuevan todos los meses capital e intereses del plazo fijo. En ese caso la nueva TEA será de 140,5% para los depósitos de hasta 30 millones de pesos (y de 128,5% para los depósitos mayores). De ese modo, comparemos cómo tendría que evolucionar el dólar para que al final del período le gane a la tasa de interés que de ahora en más rendirán los plazos fijos: Si el dólar a fines de agosto (4 meses de renovación del plazo fijo con sus intereses, entre mayo y agosto) supera los 630 pesos, entonces le ganará al plazo fijo. Si es menor, resultará más conveniente el plazo fijo. Mirado hasta fines de diciembre (8 meses), el dólar tendría que dispararse arriba de los 850 pesos para ganarle al plazo fijo. Obviamente, hoy las expectativas de devaluación e inflación están en línea con esa tasa efectiva anual del 140%, e incluso son superiores. Pero en el corto plazo, digamos hasta agosto, esta tasa de alinea con el objetivo del Ministerio de Economía de evitar hasta las PASO un salo brusco del tipo de cambio, que dispare todavía más la inflación y el dólar. En última instancia todo dependerá de cuántos dólares ingresen al Banco Central hasta fines de mayo. Si los dólares de la soja no cobran un mayor ritmo (ya se evalúa algún incentivo adicional, pero que recién se anunciaría a mediados de mayo si el mercado sigue paralizado) los dólares libres seguirán presionados y compitiendo con la tasa de interés. La otra posibilidad de cobertura de los ahorros en pesos en los bancos son los plazos fijos UVA que ajustan por inflación, que tarde o temprano terminará ganando la carrera a todo. Sin embargo, están cayendo porque los propios bancos desalientan a sus clientes abran un plazo fijo UVA, ya que luego no tienen a quién prestar con ajuste inflacionario. Los plazos fijos tradicionales, en cambio, están calzados con las Leliqs, las letras de liquidez que coloca el BCRA a los bancos que rinden desde ahora la misma tasa nominal del 91%.