Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, afirmó que Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) están buscando un nuevo acuerdo financiero.
Werner explicó que la economía argentina está en una situación mejor de lo que se anticipaba al inicio del actual gobierno, aunque persisten desequilibrios y desafíos que deben ser resueltos para lograr un crecimiento sostenido y la creación de empleo.

Uno de los principales objetivos señalados por Werner es la necesidad de consolidar la reducción de la inflación, proyectando llevarla a niveles de entre el 10 % y el 30 % en los próximos dos años. Este proceso requerirá un acuerdo político más amplio, que podría implicar ajustes salariales y en pensiones, así como un incremento en el gasto público y la recaudación de impuestos.

Werner destacó que el punto de mayor tensión en las negociaciones entre el FMI y el gobierno argentino será la definición de una política cambiaria y monetaria. Esta política debe permitir una transición hacia una normalización que incluya tasas de interés reales positivas y genere una demanda genuina por pesos, incentivando a los ciudadanos a mantener su dinero en la moneda local en lugar de buscar refugio en otras divisas.