A 150 años de los asesinatos en Concordia - 11 de abril de 1870
Si bien son conocidos los sucesos ocurridos en Concordia la noche del 11 de abril de 1870, pero al cumplirse los 150 años queremos traer un recuerdo de los hechos y que han sido relatados muchas veces, en general basándonos en la versión aportada por don Antonio P. Castro pero, cuando uno busca alguna otra versión, siempre se encuentra alguno que otro dato que contribuye a tener un mayor acercamiento a la verdad de lo ocurrido esa noche hace tanto tiempo y que es lo que propongo aportar a lo ya dicho y que vaya como homenaje en esta recordación. Esta es la versión del periodista don Fernando Gabino Méndez, quien después de esa noche se exilió en el Uruguay
Justo Carmelo Urquiza Sambrana, medio hermano de Waldino Urquiza Calvento por parte de padre, era el Jefe Político de Concordia, equivalente hoy a Intendente, con el grado militar de Teniente Coronel y su padre, el General Urquiza, ya había comenzado a ver a Justo Carmelo como una figura política con proyecciones, mencionándose su nombre como próximo y futuro gobernador de la provincia.
Justo Urquiza era un hombre de buen carácter y una reputación de ser muy honrado. Tenía positivos prestigios y llevaba muy bien sus apellidos beneméritos.
La madre era de la familia Calvento, de la que fuera, lo mismo su hermana Juanita, esposa del coronel Simón de Santa Cruz.
Emigrado y viviendo muy pobre en Concordia, el coronel Federico Aberasturi, oriental y uno de los ilustres defensores y sobreviviente de Paysandú durante el bombardeo y posterior ataque por parte de los brasileros), al que Justo Carmelo le montó el hotel que tenía (de nombre �SLa Provincia⬝) para su beneficio solo y propio, el mejor de entonces de esta ciudad, protegiéndolo sin reservas.
Y allí, en esa casa, colindante con la que fuera el diario El Litoral (hoy una playa de estacionamiento) se reunían a la noche a jugar y �Smatear⬝ Justo Carmelo con varios amigos íntimos.
Dice don Fernando G. Méndez, testigo esa noche del arribo de Justo Carmelo al local del Hotel La Provincia: �SEsa noche jugaba yo una partida de carambolas con un señor �SJiménez, empleado de la aduana, siendo las once pasadas-cuando cruzó por la sala de �Sbillares Justo Carmelo Urquiza preguntándole al coronel Aberasturi por los camaradas �S�Ahí están, esperándolo en el cuarto- le respondió Aberasturi, lo que oímos con Jiménez.
�SY al cuarto se fue sin demora saludándolo Jiménez y yo atentamente al cruzar, para �Sque del referido cuarto lo sacaran muerto y que es la última pieza, en el fondo del �Ssegundo patio, a mano izquierda, entrando por el zaguán.
�SMariano Querencio dirigía la ��operación�" y era el hombre que representaría aquí, en �Sesta zona de Entre Ríos, los planes del General López Jordán.
�SJusto Carmelo se sentó en una cama que había en la pieza, sentándose a su derecha el �Smayor Herrera, que fuera designado para darle la primera puñalada.
�SY sin más trámite le ladeó la mano y el brazo izquierdo se la dio en el pecho, sumiendo �Sel puñal hasta el cabo, apuñaleándolo luego todos los circunstantes.
�SEsta relación me la hizo en Corrientes- en Paso de los Libres- el mayor Herrera., con el �Sque tuviera yo relaciones personales casualmente.
�SDespués se sacó del hotel de Aberasturi el cadáver, hotel que se llamó desde ese día del ��Mate Amargo�", metido en una bañadera, llevándose por un carrito a la costa del Yuquerí, ocultándosele en las proximidades de la picada Pancho Rosa apareciendo �Spasados varios meses, comprobándose por las autoridades respectivas su identidad, al �Sque se le diera sepultura en nuestra necrópolis⬝.
En cuanto a Waldino Urquiza, se desempeñaba como Comandante de Milicias, (hoy Jefe de Policía) con el grado militar de coronel quien vivía en su propia casa, donde hoy está el Hotel Colón, contiguo al cuartel.
No era de buen carácter Waldino, sino más bien autoritario y corajudo, había combatido junto a los orientales contra las tropas de Venancio Flores en las cercanías de Paysandú y era un decidido protector de los emigrados uruguayos, a quienes ayudaba de todas las formas de su propio bolsillo.
Por esa razón era entonces necesario eliminarlo primero a él, antes que a Justo Carmelo, por ser mucho menos dócil y decidido que su medio hermano
Dice el Oficial Ayudante Ramón Leiva ��muchos años después �Sque fue sacado con engaños de su casa y llevado a la Comisaría de Ordenes, donde quedó detenido, por más que protestara a gritos y sin que nadie acatara sus órdenes.
�SEra el Comisario de �rdenes el mayor Burgueño, este era un oriental que después del hecho se incorporó a las fuerzas revolucionarias en el vecino país mandadas por el general Timoteo Aparicio, donde ascendería hasta obtener el alto grado de coronel, y ser persona muy conocida y de significativa importancia entre los suyos.
�SWaldino fue entregado a la madrugada maniatado y amordazado a un asesino de �Sapellido Chamorro, correntino, de mentas sanguinarias en las fronteras de la vecina �Sprovincia quien, con dos sujetos correntinos, también asesinos bien probados �Srecibiéndolo para matarlo. Lo montaron a caballo y lo llevaron de tiro.
�SLo bajaron en la calle A. del Valle (hoy de ese nombre) antes Santa Fe y frente a un tunal que formaba parte del cerco en la mitad de la cuadra.
�SEstaba parado en la esquina Norte recostado en un poste Elías Díaz, platero, quien presenció todo y al día siguiente, atemorizado por su suerte se refugió en el Salto donde refirió todo lo que vio y donde se radicaría definitivamente con su oficio de platero.
�SWaldino fue lanceado por Chamorro y sus compañeros, le pusieron unos maneadores �Sen los tobillos y lo arrastraron por la mitad de la calle a la cincha ocultándolo detrás de la puerta del cementerio (Viejo). El cadáver de Waldino degollado y lanceado apareció al día �Ssiguiente allí donde sus asesinos lo dejaron y donde posteriormente le dieron sepultura �Ssu esposa, sus hijos y demás familiares sin ceremonia alguna, dada la situación⬝.
Hoy su tumba se encuentra en el cementerio de Concepción del Uruguay con una lápida de mármol que dice �SCoronel Waldino Urquiza, asesinado en Concordia el 11 de abril de 1870⬝.
Las cenizas de Justo Carmelo se encuentran en la Basílica de Concepción del Uruguay, en una urna detrás del órgano italiano de 220 tubos en el interior del templo.
Estos son los hechos de esa noche trágica, en una versión distinta a la más conocida de don Antonio P. Castro. Se puede señalar como autor de esta nueva versión a don Fernando G. Méndez. El otro drama ya se había desarrollado más temprano en el Palacio San José, con el asesinato del General Justo José de Urquiza en esos días turbulentos y los que todavía vendrían.
Vaya entonces esta recordación a tantos años de esos sucesos donde Entre Ríos perdería el papel estratégico, económico y militar que tuvo en la historia como segunda provincia del país, tal vez para siempre⬦