Muere Dick Hoyt, el padre que convirtió a su hijo con parálisis cerebral en un Ironman
Juntos participaron en más de 1.000 carreras y triatlones, incluyendo 32 ediciones del Maratón de Boston.
Dick Hoyt participó en más de 1.000 carreras, entre ellas varios Ironman, multitud de triatlones y, sobre todo, 32 ediciones del maratón de Boston. Jamás corrió solo. Siempre lo hizo acompañado de su hijo Rick, quien nació con parálisis cerebral. Juntos formaron el Team Hoyt, una pareja icónica que se ganó el reconocimiento unánime del mundo del deporte, el mismo que hoy llora la muerte de Dick, fallecido a los 80 años.
Rick, que hoy tiene 59 años, nació con tetraplejia y parálisis cerebral después de que el cordón umbilical se le quedará enganchado en el cuello, evitando que le llegara oxígeno al cerebro.
Dick se volcó en sacar adelante a su hijo. Se negó a meterle en una institución y junto a su mujer Judy se empeñó en darle una educación normalizada. Así, Rick aprendió el alfabeto y palabras básicas que le sirvieron para comunicarse cuando a los diez años le regalaron una computadora interactiva en la que escribía accionando las letras dando golpes con la cabeza a su silla de ruedas.
Rick acudió por primera vez a la escuela pública en 1975, a los 13 años. Ahí comienza la leyenda. Un par de años después Rick le dijo a su padre que quería participar en una carrera benéfica de 5 millas para un jugador de Lacrosse que había quedado paralítico en un accidente. Dick completó aquella primera carrera empujando la silla de ruedas de su hijo, quien al acabar le dijo una frase que cambiaría la vida de ambos: «Papá, cuando estoy corriendo, siento que no soy un discapacitado».
A partir de ahí el Hoyt Team participó en toda clase de carreras, incluyendo duatlones, triatlones y las mencionadas 32 ediciones del maratón de Boston. Fueron, también, la primera pareja en terminar un Ironman, la prueba más dura del mundo (53,86 kilómetros nadando, 42,1 corriendo y 180 en bicicleta). En el agua, Dick arrastraba con una cuerda un pequeño bote en el que iba metido su hijo.
El Maratón de Boston de 2009 fue oficialmente la carrera número 1000 del equipo Hoyt. Su última edición fue la de 2014, un año después de los atentados.
La estrecha relación entre padre e hijo llegó a su culmen en 1992, cuando ambos cruzaron en bicicleta los Estados Unidos completando casi 6.000 kilómetros en 45 días.