La explosión, cuyas imágenes compartidas en las redes sociales sugieren que provino del mar y no activó las alarmas de ataque aéreo, ocurrió horas después de que el ejército israelí confirmara que había matado a un alto comandante de la milicia Hezbolá respaldada por Irán en el sur del Líbano. El portavoz jefe, contralmirante Daniel Hagari, indicó que el ejército evaluó que el avión no tripulado, que impactó un edificio cerca de la playa cerca de las instalaciones de la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv, era un modelo Samad-3 mejorado de fabricación iraní.
“Nuestra estimación es que llegó desde Yemen a Tel Aviv”, precisó en una conferencia de prensa. Un portavoz de los Hutíes, que al igual que Hezbolá están alineados con Irán, afirmó que el grupo había atacado Tel Aviv con un avión no tripulado y que continuaría atacando a Israel en solidaridad con los palestinos en la guerra de Gaza.
Un funcionario israelí informó que el ejército todavía estaba investigando por qué el dron no activó la alarma, pero los informes iniciales sugirieron que la aeronave fue identificada pero las sirenas no sonaron debido a un error humano. “Estamos hablando de un gran UAV (vehículo aéreo no tripulado) que puede volar largas distancias”, señaló el oficial militar a los periodistas después del ataque.
El portavoz hutí, Yahya Saree, calificó a Tel Aviv de objetivo principal “dentro del alcance” de las armas” con las que cuenta su fuerza. “La operación ha logrado sus objetivos con éxito”, reivindicó Saree en un discurso televisado, del que dio cuenta la agencia de noticias Reuters.
Los servicios de emergencia israelíes indicaron que se encontró el cuerpo de un hombre de 50 años en un apartamento cercano a la explosión y que cuatro personas fueron trasladadas al hospital con heridas leves por metralla.  Otras cuatro personas fueron atendidas por shock, pero recibieron el alta hospitalaria. 
NA.