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Como había sucedido en el año anterior, el éxito que se había vivido con la segunda entrega del Premio San Antonio de Padua hacía que los organizadores continúen buscando alternativas para mejorar todo lo concerniente al acto, y para la tercera edición, ya se pensó en grande.
Se había pasado de la primera entrega, 1.988 en el Cine Teatro San Martín, al Gimnasio del Colegio San José en 1.989 y cuando comenzaron las reuniones para organizar la tercera de 1.990, la Comisión �Sse tiró a la pileta⬝ y comenzó a trabajar para que el escenario de ese año fuera el Gimnasio del Colegio Capuchinos, en ese entonces convertido en el mayor lugar que albergaba eventos, no solo deportivos sino también culturales de la ciudad.-
Pero también se comenzó a proyectar mejorar el objeto físico del Premio, y después de varias reuniones, se decidió contactarse con Luis Bernabé Portugau, propietario del Taller del Marco.
Tras explicársele qué era lo que se tenía en mente y el objetivo que tenía el San Antonio de Padua, Don Luis presenta un plato de madera, que en su interior tenía un círculo de cerámica con el escudo de la ciudad estampado dentro del mismo y por primera vez, los objetos físicos iban a contar con la identificación del nominado, dado que los dos años anteriores junto al plato, se entregaron diplomas donde se mencionaba al deportista y en qué disciplina y acepción lo recibía.-
Si bien gustó enseguida el prototipo que se recibió del Premio, faltaba algo esencial, que era el dinero para afrontar el gasto, que por supuesto y dado la magnitud del mismo, era más oneroso que lo que habían costado sus antecesores.-
Y buscando alternativas para generar dinero para costear, no solo los gastos de construcción del objeto físico sino también para la ornamentación del Gimnasio del Colegio Capuchinos, por entonces aún sin cerrarse en las partes altas de los laterales, surge la idea de convocar a los gimnasios de la ciudad y a través de ellos, realizar un evento para recaudar esos fondos.-
Ya la Comisión original había incorporado nuevos miembros, y se agregaban al trabajo Juan Carlos �SPatita⬝ Rodríguez de Rugby, Fausto Vitón de Pesca y Francisco Accinelli de Taekwon-Do, quienes enseguida se acoplaron y aportaron para que el acto de 1.990 fuera el mejor hasta ese entonces.-
Se toma contacto con los gimnasios y se recibe la conformidad de prácticamente todos ellos, armándose un espectáculo que se dio por llamar �SVelada de los Gimnasios⬝ que en el mes de octubre se concretó en el Gimnasio del Colegio Capuchinos. Muestras de los Gimnasios Olimpo, Atenas, Centro Español, entre otros, dieron vida a una noche donde se pudo apreciar el trabajo que en silencio, cada uno de ellos realizaba con sus alumnos, habiéndose desarrollado muestras de Gimnasia Artística, Gimnasia Aeróbica y hasta Físicoculturismo.-
Con el objetivo consumado, Don Luis comienza a armar el objeto del Premio, y para ello, al círculo de cerámica se le hizo estampar una calco cerámica del escudo de la ciudad, idea y realización de Carlitos Altamirano, y nuevamente Alejandro Salvini en la Escuela de Cerámica, tuvo su parte en el armado.-
La fecha que se había fijado para esta edición fue el jueves 27 de diciembre y tras la �Srevolución⬝ que había causado la presencia del �SMono⬝ Navarro Montoya en la edición anterior, se comenzó a buscar invitados para que jerarquicen la ceremonia, y para cuando hablemos de ello en la próxima entrega, debemos recordar que 1.990 fue año del Mundial de Fútbol en Italia, que tantos recuerdos dejó entre los argentinos, pero lo contaremos más adelante.
