El pueblo siempre es el mismo
Hay una discusión que viene de tiempos inmemoriales respecto de cómo leen los resultados electorales los dirigentes. Muchos son dirigentes democráticos que piensan en términos democráticos cuando los resultados les son favorables y cuando no, lo primero que hacen es echarle la culpa al pueblo.
Si escucho peronistas, veo que están contentos porque el pueblo no votó a Milei y sí a Massa, pero cuando hablan sobre los resultados de la provincia se quejan amargamente porque el pueblo no votó al gobernador que ellos querían en Entre Ríos. En lo personal me hubiera gustado que Rogelio Frigerio hubiese tenido un triunfo más categórico, pero no por ello voy a dejar de respetar al pueblo y dejar de decir que se ganó, porque de lo contrario pasaría a cuantificar la democracia a mi favor. Ganó Frigerio y conduciremos la provincia. Eso es el valor democrático.
Para mí, que todos los días trato de ejercitar la democracia como un bien general y un bien común, ha sido una mala estrategia provocar un permanente antiperonismo sumándose al agravio y a la descalificación de quienes gobiernan, como si el pueblo no fuera el que sufriera en carne propia los desaciertos del gobierno y se presumiera que no se da cuenta de sus propios sufrimientos.
Tal vez, desde mi propio partido y desde la coalición nacional se debió pensar un poco más si acaso no estábamos ofreciendo más de lo mismo o algo peor incluso.
El radicalismo es el partido que tenemos que recomponer para que vuelva a ocupar el lugar que siempre tuvo en la República Argentina y deje de ser la ambulancia de las instituciones argentina y vuelva a ser un partido de competencia electoral para disputar el poder y no para ser socio minoritario de cualquier construcción electoral.
En lo personal, voy a ver qué actitud expresan los dirigentes nacionales con los cuales me represento y tomaré una posición respecto de a quién votar en segunda vuelta.
Obviamente transmitiré mi posición a los amigos de Alternativa Radical de la provincia y de Paraná, y si ellos confían en mi análisis me acompañarán, de lo contrario haré pública mi posición personal.
Quiero recordar que en el libro de mi autoría sobre las Crónicas de los 40 años de Continuidad Democrática se recuerda que ya ocurrió una situación parecida cuando el radicalismo quedó afuera de la competencia, Menem intentó ir por una segunda reelección y el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical decretó la abstención. Ahí el pueblo, lamentablemente, fue más inteligente que los dirigentes. Mayoritariamente en esa instancia, el pueblo estaba por votar a Néstor Kirchner y Menem decidió no competir porque vio venir la derrota.
Ninguna situación es igual. Hay parecidos sí, pero no son situación iguales y en lo personal creo que un partido importante como el radicalismo debería expresarse frente a este balotaje a través de toda su organización. Yo encabezo la lista de convencionales nacionales del radicalismo y tengo la obligación de expresarlo y así lo voy a hacer en tiempo y forma.
Fabián Rogel