Se fue un patriarca concordiense del derecho
Mariano Cúneo Libarona , nació en Concordia el 3 de enero de 1918 y se fue de este mundo hace una semana, llenando de tristeza a su numerosa familia, pero también a toda Concordia, donde estaba su esencia, su formación, sus recuerdos de infancia, de la escuela que lo formo, para volver ya profesional a dar clases de derechos, de esos derechos inquebrantables que habla el código penal, pero mucho más por la calidad humana que supo desparramar en su vida y prolongar en su descendencia. El Heraldo se arrimo hace unos días, con ganas de realizar una nota color por sus 102 años de vida, por su eterno deseo de seguir en su amada Concordia a través de nuestras páginas y resulta que termina siendo una nota póstuma de su vida como persona de bien, astilla de roble y del valor irremplazable de su palabra.
En la nota que no fue, comenzó contando del placer que le causaba recordar a su querida Concordia, sus más de 20 primos y entrañables amigos, llenos de vivencias gratas y recuerdos imborrables.
Algunos sabrán que fue el fundador de la �SSociedad de Abogados Penalistas, la que dirigió durante cinco años y luego continuó como socio honorario y creó el estudio jurídico Cúneo Libarona, el cual heredaron sus hijos: Mariano, Rafael, Matías y Cristián.
Mariano, contaba que pasaba sus días leyendo diario El Heraldo, La Nación y resaltaba que no veía mucha televisión. Nos recordó que �Svivíamos en calle Rioja, una casa grande, al final un patio con árboles y donde solíamos encontrarnos con toda la familia; mis hermanos, ��Viruta�", empleado bancario; ��Motita�", profesora de educación y muchos primos, más de 21, todos en Concordia, eran épocas de mucho deporte, natación, Club Progreso, chicas lindísimas y bailes de fin de semanas en los clubes⬝.
El estudió en la Escuela Normal y nos conto que �Seran 20 mujeres y yo, cuando cruzaba la plaza Urquiza me decían ��bendito tu eres entre todas las mujeres�", me cargaban todos, pero siempre tuve la protección de mi hermano, ante cualquier discusión. �SFueron años muy felices, era otro mundo, era otra Argentina, existía la palabra, el honor, el crecimiento, el esfuerzo, el sacrificio⬝.
Don Mariano estudió derecho en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, y volvió para �Sejercer como maestro Normal⬝. �STiempo después, trabajé en Concepción del Uruguay y, muchos años después, ya fui a la gran ciudad como, juez por un día, y fiscal de la cámara del crimen, donde estuve muchos años, pero jamás me alejé de Concordia⬝, rememoraba, para la nota que no alcanzó a ver.
Hijo de Mariano Felipe quien fue diputado provincial y creador de la ley del peón agrario y de María Cecilia, quien se dedicaba a la música y a las sociedades de beneficencia; El se fue llevando en su memoria a Entre Ríos como �Suna provincia pujante, emprendedora, tradicional, respetada y querida por todos⬝.
Nos dijo también que �Stoda mi familia siempre estuvo vinculada a Concordia; Mariano, mi hijo, fue el primero y nació en Buenos Aires, pero todos los veranos divinos los pasamos en los años ��70, �"80, en Concordia⬝, enfatiza. �SMuchos primos queridos que aún siguen en Concordia, mi corazón está en ahí, mis recuerdos, mis padres, mi niñez, mi adolescencia, mi crecimiento, mi guitarra, las fiestas, el deporte, que linda ciudad Concordia⬝, recordó en lo que termino siendo su última nota con el periodismo. �SLa llevo conmigo y jamás la olvidare a mi ciudad querida⬝.
Cuneo Libarona, el patriarca, se lo va a recordar con el amor que supo entregar y con la admiración que su calidad de persona desplegaba. Su familia y congéneres, pero también sus amigos y quienes lo conocían bien, lo amaron y aprendieron de él.
Partió un hombre noble y sabio; Jamás se quejo por nada y mucho menos desacreditar a una persona. Se fue como vivió, en paz, sonriente, atento, cálido y alegre. Se fue un grande, alguien para recordar, en su lapida debería decir simplemente: �S Aquí yace un hombre de bien". Y era de Concordia.