Cómo hacer fertilizante orgánico con cáscara de banana
Los fertilizantes orgánicos son una opción ecológica, sostenible y económica para mantener saludables tus plantas. Hay muchas formas de hacerlo y usarlo, con unos resultados excelentes.
La cáscara de banana tiene múltiples beneficios para nuestras plantas, su importancia estriba en las cantidades de potasio que contiene. Precisamente este mineral transporta los nutrientes por las plantas y fortalece la formación de flores y frutos.
Normalmente se puede identificar de forma sencilla cuando la planta tiene falta de potasio. Si las hojas se ponen amarillentas o rizadas es el momento adecuado para usar este abono.
La cáscara de banana tiene un inconveniente y está relacionado con su facilidad para estropearse. Por eso se sugiere guardar en una bolsa y preservar en el congelador.
Té de cáscaras de banana
Se puede usar como infusión. Para ello vas a necesitar cinco cáscaras, 1,5 litro de agua, una botella de agua y una cacerola. Cortá las cáscaras en trozos pequeños, colocalas en la olla con el agua y ponelas al fuego durante quince minutos. Dejarlas reposar.
Podrás ver que el agua adquirió un color marrón gracias a las cáscaras, una vez que esté fría, guardar en una botella.
Cuando necesites usar el fertilizante, usa la siguiente proporción: una parte de fertilizante por cinco partes de agua. Aplicar una vez a la semana. Cuando la plantas se encuentren en época de floración, regá directamente con este fertilizante cada 15 días.
Trozos de cáscara de banana
Podés cortarlas en pequeños trozos y enterrarlas en las macetas de las plantas una vez al mes. Así liberarán magnesio, potasio, fósforo y otros minerales.
Cáscaras de bananas fermentadas
Colocalas en un frasco y sumergilas con suficiente agua para que queden totalmente cubiertas. Tapá con un paño y una banda elástica. La mezcla debe reposar una semana para que las bacterias hagan su trabajo. Si llegás a ver moho negro deberás tirarlo pues ya no te sirve. Pasada la semana, se coloca en la licuadora y se hace un puré. Diluye con un poquito de agua e incorpóralo poco a poco a la tierra de las macetas. (Ecomundo)