Estrategias alternativas para el control de podredumbres en postcosecha de cítricos
Entre los factores limitantes para la conservación de frutos cítricos frescos, las podredumbres por mohos constituyen uno de los principales, especialmente el moho verde y moho azul provocados por Penicillium spp.
El control tradicional de las mismas con fungicidas de síntesis en distintas etapas de la postcosecha se ha ido limitando cada vez más en los últimos tiempos por las restricciones de principios activos en los distintos países a donde se destinan los frutos.
Además, su efectividad ha sido limitada por la aparición de aislamientos resistentes a estos principios activos.
Esta situación ha llevado a la investigación de estrategias alternativas no contaminantes que sean aplicables en el proceso habitual de una planta de empaque citrícola.
Generalmente estas estrategias están basadas en métodos de control biológico, en sustancias naturales o aditivos alimentarios o bien, en tratamientos físicos.
Entre las alternativas basadas en métodos físicos, las más utilizadas son los tratamientos térmicos, que pueden realizarse mediante baños o mediante aspersión de agua caliente, o bien a través de aire caliente húmedo en cámara.
Estos tratamientos presentan efectos directos e indirectos para el control de hongos.
El efecto directo se debe a que el calor daña los conidios de los hongos o las hifas en crecimiento, ya que estos patógenos generalmente se encuentran en la superficie de la piel o en las primeras capas de células.
Sin embargo, quizá el mayor efecto se produce de forma indirecta, mediante la inducción de la resistencia del fruto a la infección, ya que los tratamientos térmicos estimulan los mecanismos de defensa, además de provocar cambios en las estructuras de las ceras del flavedo, tapando así las heridas e impidiendo el desarrollo de podredumbres.
Los tratamientos térmicos tienen distinta efectividad dependiendo no sólo de las condiciones de aplicación (tiempo, temperatura, forma de aplicación) sino también de las características del patógeno a controlar y del fruto a tratar.
Es por eso que para su aplicación debe conocerse esta información y encontrar las condiciones que optimicen el tratamiento.
Los tratamientos con aire húmedo caliente en cámara (curado) consisten en aplicar temperaturas superiores a 30°C durante varias horas.
Así se han encontrado niveles de control de moho verde superiores al 80% en mandarinas con tratamientos de curado de 37°C durante 24 h en ensayos realizados en la EEA Concordia de INTA.
Incluso con tiempos inferiores a las 24 h los controles han sido muy buenos dependiendo de la variedad evaluada, sobre todo si se combina con alguna otra alternativa disponible.
Los tratamientos con agua caliente por inmersión evaluados en el grupo de postcosecha de la EEA Concordia han mostrado niveles de control más variados, dependiendo de la especie y variedad tratada y de las condiciones de aplicación.
Entre los mejores resultados observados en naranjas cv. Valencia Late, se logró un control mayor al 50% con temperaturas de 50°C.
En mandarinas se observó un 62% de control con inmersión en 52°C. Sin embargo, con otras variedades de naranjas y mandarinas los niveles de control fueron inferiores y cuando se trata de frutos con piel sensible estos tratamientos pueden provocar un escaldado superficial.
Como dificultades de estos tratamientos, además de las instalaciones necesarias (cámara para el curado y una batea para el agua caliente) y del costo energético, se observa un aumento de la actividad fisiológica de los frutos, con mayor pérdida de peso y aumento de volátiles, especialmente si las condiciones son muy severas (altas temperaturas y tiempos prolongados).
Es por ello que, en los últimos años, se está trabajando en la reducción de estos tiempos y la posibilidad de combinarlos con otras alternativas para lograr un tratamiento que sea aplicable en las condiciones comerciales y permita un control adecuado de podridos sin la aplicación de agroquímicos o bien que los incorpore en un plan de manejo de los aislamientos resistentes a los fungicidas de síntesis.
Mariángeles Cocco - [email protected]