Productores de huevos en plena crisis de rentabilidad
En diciembre el cajón valía 2.500 pesos. Para febrero ya había bajado a 1990.
El último día del año pasado, el cajón de huevos color cotizó a 2.500 pesos y para el primer día de este mes de febrero de 2021 había bajado a 1.990.
La brecha del 20% no se compadece en nada con la constante suba de otros frutos del campo.
En general, a puerta de granja se pagan 53 pesos por docena de huevos pero puede ser menos si el mayorista resta gastos extras como distancia para llegar al campo o calidad de producto.
Para paliar pérdidas, los productores y empresarios reclaman un valor concreto de 71 pesos por docenas. No hay que ser economista para advertir que la brecha es ancha.
En tanto, los costos crecen como en todo lo que se encara en la Argentina y los granjeros acusan en tal sentido incrementos que superan sensiblemente el 100%. �S
No hay cuero que aguante⬝ contó a Campo en Acción entre resignado y preocupado un productor de la zona núcelo, la ciudad de Crespo en Paraná campaña.
Una noticia aparecida en la revista de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) informa que en el último año la cantidad de explotaciones se redujo y que en el mediano plazo puede verse cierto grado de desabastecimiento.
En rigor, informan que el precio del maíz atenta contra el desarrollo de los gallineros y miden que hace 12 meses pagaban 8.000 pesos la tonelada de alimento que hoy en día vale no menos de 17.000.
Por eso los avicultores fueron quienes aplaudieron la medida de gobierno que apuntó a preservar el mercado interno y restringir la exportación de maíz.
Sin embargo, no hubo dirigente del sector que saliera a respaldar la decisión oficial que días más tarde se desdibujó dejando a los polleros con las manos vacías.
Suman que los impuestos, el combustible y el cartón para envasar no siguieron el mismo rumbo que el precio del huevo y que subieron al ritmo del desplome de la materia prima.
La única buena que cuentan es el congelamiento de la tarifa eléctrica, pero advierten que se trata de una decisión fundamentada en la pandemia por Covid-19 y no en una medida de aliento a la actividad.
Para Capia la crisis se expresa en despidos.
Ellos calculan un empleo por cada 4.000 gallinas y creen que esta coyuntura dejará a unos 1.000 trabajadores en la calle, o más según sean granjas exclusivas de ponedoras o combinadas con pollos.
Campo en accion)