Robot argentino que busca reemplazar el glifosato: mata malezas con rayo láser y funciona con luz solar
Gbot fue diseñado por una startup de Rosario para una explotación rural sin agroquímicos y sustentable. También promete ahorrar costos y mejorar siembras.
En el mundo hay una tendencia creciente de adoptar hábitos más saludables y una concientización muy fuerte con el cuidado del medioambiente. Las nuevas generaciones se están educando con esta premisa y la tecnología también se está adaptando de a poco para acompañar este cambio.
En países en los que el sector agrícola tiene un fuerte desarrollo, como la Argentina, el uso de pesticidas en los campos para combatir las plagas y las malezas deriva en daños ambientales. Estos químicos impactan en la tierra afectando las siembras, además de ser tóxicos para las personas.
Desde 1996 hasta la actualidad, el uso de agroquímicos en el campo fue creciendo de forma exponencial. Esto se debe a que la maleza es cada vez más resistente, por lo tanto se requieren mayores cantidades.
En los últimos 22 años, utilizaron más de 6.000 millones de litros de herbicidas en el territorio. Según la Red Agroforestal Chaco Argentina, el país lidera la tabla mundial de ingreso de glifosato con cerca de 500.000 millones de litros anuales, que afecta a 13 millones de personas directa e indirectamente. Se espera que en algunos años, esa cifra suba a 600.000 millones de litros.
En este escenario, la desarrolladora de software rosarina Mapplics Mobile Solutions diseñó a Gbot, un robot autónomo que elimina la maleza sin aplicar agroquímicos: utiliza rayos láser y vapor de agua. Además, funciona a base de energía solar.
«La mayor parte de nuestros clientes era del sector del agro. Nos presentaban la problemática de que cada vez tenían que usar más pesticidas para controlar la maleza. Como veníamos trabajando mucho en robótica e inteligencia artificial, vinculamos esta tecnología con el problema y probamos qué pasaba si se le aplicaban ondas electromagnéticas a las malezas», cuenta a iProUP Gonzalo Saravia, CEO de Gbot.
Y agrega: «En un año y medio, dos años, esa idea fue mutando a lo que es Gbot hoy en día: un robot autónomo que a través de energía solar permite detectar las malezas con inteligencia artificial y las controla utilizando láser y vapor de agua».
Algunas de sus características son:
� Utiliza energía renovable
� Baja costos para el productor
� Reduce la contaminación
� Elimina el uso de agroquímicos
� Permite recolectar datos del suelo que pueden servir para futuras siembras
� Funciona de manera autónoma
«Hoy en día, la mayor problemática en el país son las zonas periurbanas, es decir, las ciudades que están cerca de los campos y que se ven afectadas por la aplicación del herbicida y el glifosato.
Varios municipios en diferentes partes del país lo que hicieron fue imponer una ley en donde en determinada cantidad de metros está prohibido aplicar estos químicos, por lo que toda esa zona, que son más de 2 millones de hectáreas en el país, no tienen una solución, porque no pueden utilizar el herbicida y las malezas crecen constantemente», explica Saravia.
Gbot llega como una solución sustentable para estos problemas, pero también como una alternativa conveniente en términos económicos para el productor.
«Si contemplamos Argentina, Brasil y Estados Unidos, hay más de 200 millones de hectáreas de campos, entonces tenemos un gran ahorro en lo que es el costo en herbicidas. Hoy en día, un productor paga entre 90 y 135 dólares por hectárea en concepto de agroquímicos y nosotros con el robot permitimos reducir mucho el costo, hasta un 50%», comenta el CEO.
«Esto también favorece al medioambiente porque no se genera deriva, es decir, que a la hora de aplicar herbicidas, una determinada cantidad de producto lo lleva el viento y ahí es donde está el problema con las ciudades cercanas.
En este caso, no pasaría porque estamos muy cerca del suelo y aplicamos metodologías que no tienen base química», sentencia.
Laboratorio móvil
Gbot cuenta con una serie de sensores inteligentes que le permiten generar mapas de precisión y obtener datos que de otra forma el productor no podría saber.
«Para nosotros, es un laboratorio móvil porque puede tomar información y datos del suelo, datos atmosféricos y de los cultivos. Esta información nosotros la procesamos y el productor el día de mañana con esa información va a poder obtener mejores rendimientos y va a poder conocer mucho mejor su lote», explica Saravia.
Y agrega: «Ese es un gran beneficio que nosotros con el robot podemos otorgar. Generamos mapas de precisión y podemos tomar una serie de datos que no solo le sirve al productor en sí, sino también a empresas que viven alrededor del agro».
«Creemos que una vez que esté en el mercado va a ser algo revolucionario, porque hoy en día aplicar agroquímicos es una práctica súper común y que año a año viene en aumento justamente porque las malezas se vuelven resistentes. Es impensado decir que se van a dejar de utilizar agroquímicos en el campo y tener mejores rendimientos porque vas a usar la información de tu campo y saber después de un granizo cuánto fue la cantidad de cultivo que perdiste. Hoy en día, esa información el productor no la tiene, entonces creemos que va a ser muy provechoso», dice.
El robot todavía no está a la venta, pero se encuentran en pleno desarrollo para lanzar una versión beta. «La idea es en marzo tener el producto lo más cercano al final y mejorar en el proceso. Hoy nosotros tenemos un prototipo con el que recibimos una primera inversión de 500.000 dólares. Ese dinero nos permitió avanzar, tenemos un lapso de 20 meses para continuar desarrollando la tecnología y validarla. Estimamos para fin de año ya empezar a comercializarlo en serie», proyecta el CEO.
Expansión regional
Emprender en tecnología desde el Interior del país no es nada fácil. Sin embargo, Gbot promete ser una de las innovaciones más revolucionarias del sector agro y ya sueña con abrir camino en otros importantes mercados de la región.
«Para nosotros es un desafío, pero dentro del rubro es muy fuerte y hay medidas que te acompañan, principalmente empresas con las que nosotros estamos buscando generar alianzas para construir y comercializar en conjunto y no salir solos a un mercado tan grande.
Con esos beneficios se puede salir un poco más rápido y que no sea tan arduo el camino de fabricación», cuenta.
En cuanto a la expansión proyectada, planean consolidarse en Argentina, seguir por Brasil y su máximo objetivo es llegar al mercado estadounidense.
«Brasil sólo tiene más de 100 millones de hectáreas.
Si bien Argentina es nuestro puntapié inicial para hacer las validaciones, en marzo lanzamos el GBot 2.0, que sería lo más cercano a lo que es el producto final, y lo vamos a hacer con clientes beta que nos abren las puertas de su campo para que validemos la tecnología.
Luego, la idea sería poner foco en Brasil y Argentina en un principio.
El día de mañana, una vez que ya estemos bastante sólidos, Estados Unidos», concluye el CEO. Fuente: Iproup