El animal más gigantesco del planeta: lo que le hizo crecer tanto también le libra del cáncer
Descubren en las ballenas cuatro genes claves en su colosal tamaño.
Con unas medidas espectaculares -30 metros de largo y más de 100 toneladas de peso- ningún otro animal del planeta puede hacer sombra a una ballena azul. Solo su lengua pesa como un elefante y su corazón, como un utilitario. Sin embargo, estos animales no siempre tuvieron un tamaño gigantesco.
Las ballenas, como otros cetáceos, evolucionaron a partir de pequeños ancestros terrestres hace unos 50 millones de años. Ahora, un grupo de investigadores ha identificado la causa de su crecimiento sin parangón: cuatro genes que promueven tamaños corporales grandes al tiempo que mitigan los efectos potencialmente negativos de esas dimensiones colosales, como un mayor riesgo de cáncer.
Mariana Nery y sus colegas de la Universidad Estatal de Campinas-UNICAMP en São Paulo (Brasil) realizaron un análisis evolutivo molecular en nueve genes candidatos: cinco genes del eje hormona de crecimiento/factor de crecimiento similar a la insulina, y cuatro genes que se asocian con un mayor tamaño corporal en animales ungulados como vacas y ovejas, que son parientes lejanos de las ballenas.
Los investigadores evaluaron estos genes en 19 especies de ballenas, incluidas siete que tienen una longitud corporal de más de 10 metros y se consideran gigantes: el cachalote, la ballena de Groenlandia, la ballena gris, la ballena jorobada, la ballena franca del Pacífico Norte, la ballena de aleta y la ballena azul.
Supresor del cáncer
Los autores encontraron una selección evolutiva positiva para cuatro genes: GHSR, IGFBP7, NCAPG y PLAG1. Según explican los autores en ��Scientific Reports�", esto indica que estos cuatro genes probablemente estuvieron involucrados en el aumento del tamaño corporal entre las ballenas gigantes.
Además, GHSR controla aspectos del ciclo celular e IGFBP7 actúa como un supresor en varios tipos de cánceres, lo que en conjunto puede contrarrestar algunas de las desventajas biológicas que conlleva el gran tamaño corporal.
¿Es posible que las ballenas crezcan aún más? Investigadores de la Universidad de Stanford en California (EE.UU.) registraron por primera vez el latido del corazón de una ballena azul.
En un estudio publicado en 2019, mostraron que el órgano trabaja al límite, lo que explica que estos animales no puedan evolucionar para ser más grandes.
Otra investigación del mismo año señalaba que el tamaño de estos animales está limitado por la disponibilidad de las presas, pero solo las ballenas que se alimentan por filtración han desarrollado una estrategia de alimentación que las lleva a ser unos colosos.
(ABCes)