Ya rige la veda. No se pueden mencionar eslóganes, candidatos o mensajes partidistas
Es también una invitación a hacer silencio. Silencio para pensar en las personas y los proyectos que esas personas tienen para nuestro país. Ya los escuchamos a ellos, ahora es el momento de hacer silencio interior.
Para aquietar nuestra conciencia, quizás apabullada por tantas palabras. Serenar nuestro espíritu, porque la serenidad nos ayuda a pensar con más libertad.
Como pueblo, tomar con seriedad este acto soberano de elegir a los candidatos a ser gobernantes, en las próximas Elecciones Generales.
Sería bueno tener más tiempo de silencio para reflexionar. Pero sugiero aprovechar bien este breve tiempo de silencio que nos dan. Porque de lo reflexionado en la intimidad de nuestra conciencia, se verá reflejado en el futuro de nuestra patria.
Por eso antes de elegir dejemos de lado todo interés personal, sepultemos el odio, desterremos el miedo que por ciertos intereses nos quieren imponer.
Pensemos con sensatez en nuestro pueblo, en lo que queremos para él en un futuro cercano.
Recordemos que el voto es nuestro, de cada ciudadano. Y que nosotros somos dueños de nuestro destino, derecho que afirmamos al introducir el voto en las urnas.
Las que guardaran celosamente nuestro más importante acto democrático.
Sabemos que Las Paso no son lo definitivo, pero marca un camino. Más allá de si es obligatoria o no debemos ir a votar, porque recordemos, que comienza a jugarse el futuro de nuestros hijos, de nuestros nietos.
Ya lo dije alguna vez, pero para darle un toque de humor, porque la alegría nunca debe faltar en un acontecimiento como este, les recuerdo que Las Paso “se parecen a una carrera de autos, donde un día antes se corre la previa de clasificación, para ver quiénes y en qué orden largarán la carrera decisiva.
Es cómo se preparan los motores y que el “piloto” conozca cómo está la pista, sobre la que se desarrollará la carrera definitiva. Y el público (los ciudadanos votantes) puedan ver y oír cómo el “piloto“ conduce el auto, qué capacidad tiene para maniobrar y tomar las decisiones acertadas para llevarlo al triunfo, para felicidad de todos los que siguieron la carrera.
Queridos hermanos, compatriotas, nuestra es la responsabilidad de elegir, confiando en nuestra capacidad, en nuestro sentido común, en nuestra memoria, pero humildemente les sugiero; invoquemos a Dios, el Único Señor de la Historia, pidiéndole nos ilumine con su sabiduría, para realizar una buena elección, en paz y fraternidad.
Recordemos que a todos nos cobija la misma Bandera y somos hijos de nuestra querida Patria: ARGENTINA.
Pablo Sánchez