Aspectos del Puerto de Concordia
En las distintas publicaciones que subimos todos los días a las redes sociales del Museo, una de las que más conmueve a los seguidores son las imágenes y relatos del puerto de Concordia.
Este lugar de nuestra ciudad supo ser a principios de siglo XX un espacio marcado por una intensa actividad económica, de pasajeros, como también un punto de encuentro para la recreación y el esparcimiento. La revista “Sarmiento” en su número especial del año 1917 ilustra todas esas características, mencionando que: “Es un puerto muy importante, debido a su gran movimiento (…) Se ve diariamente concurrido por numerosas personas, que acuden a gozar del aire puro que de él se respira, y de lo atractivo del paisaje. Cerca está situada la aduana, el resguardo, la subprefectura y, algo más lejos, instalado en una cómoda casilla, el Club de Regatas. En las horas de actividad se ve en el muelle gran número de coches, automóviles, tranvías, changadores y vendedores ambulantes (...) A la caída de la tarde, cuando reina la calma, toma un aspecto melancólico e invita a los buenos pescadores, a entonar sus cantos, para celebrar el término de sus tareas”.
Son numerosas las publicaciones que destacan esas particularidades que mencionamos, pero hay un trabajo realizado por Javier Borche y Flavia Frigo que si bien estudia sobre el puerto lo aborda de otra perspectiva. El texto de referencia, se denomina “El puerto de Concordia (1905-1910), una mirada desde la prensa escrita” del año 2019, publicado en Épocas. Revista de Historia de edición semestral de la Facultad de Historia, Geografía y Turismo de la Universidad del Salvador. Los autores en ese artículo se proponen indagar sobre una de las aristas de la situación portuaria (la comunicación), vista desde dos publicaciones periódicas, a saber: El Litoral y Concordia, desde las que se desprenden a vista pública sus actores, relaciones comerciales, conflictos sociales, etc.
Borche y Frigo (2019) describen como era la dinámica de la ciudad y del puerto a principios de siglo XX destacando que: “Concordia llegó a ser, (…) el tercer puerto en importancia del país, luego de Rosario y Buenos Aires. La firma Nicolás Mihanovich poseía oficinas y puerto de reaseguro de sus embarcaciones, y Hüfnagel, Plotier y Cía. una importante barraca. La estación central del ferrocarril General Urquiza estaba ubicada en el puerto de la misma ciudad y contaba, además, con una estación al norte. El puerto con ferrocarril significaba la salida de todos los productos de la zona de influencia y del noreste argentino, ya que la libre navegación de los ríos del litoral, a partir de Caseros, permitió la pronta comercialización de las mercaderías de estas provincias y territorios nacionales hacia el mercado europeo y americano. También era el lugar de llegada de los productos importados para la zona y los ya mencionados espacios del noreste argentino”.
Los autores investigan sobre sus actores, relaciones comerciales, conflictos sociales, compartimos una situación que indican y explican en las últimas páginas del artículo. En la indagación que realizan en los diarios mencionados, encuentran artículos periodísticos y cartas al editor. Éstas últimas tratan sobre distintas circunstancias, todas en tono de denuncia hacia sucesos particulares, desde el monopolio de la firma Mihanovich hasta las más variadas denuncias contra el personal de la aduana. En este sentido siguiendo el estilo de las notas editoriales acusatorias, reproducen un artículo que expresa, supuestamente, las reiteradas quejas de los pasajeros que arribaban al puerto, el cual al parecer continuaba con las deficiencias denunciadas desde su inauguración en 1904:
El puerto nuevo
¿Por qué no se habilita para pasajeros?
Reina una queja general entre todas las personas que vienen a Concordia y especialmente entre los que transitan entre Salto y nuestra ciudad, con respecto a las molestias que les origina el desembarco en condiciones mortificantes, en que se efectúa en nuestro puerto y no tenemos que describir por tratarse de un hecho de conocimiento general […] esas quejas se acentúan sobre la falta de atención que se dispensa a la seguridad y comodidad del pasajero.
Borche y Frigo (2019) concluyen en ese documento esgrimiendo que: “Los puertos y ciudades portuarias están insertos en un sistema que excede, a menudo, los límites locales y regionales. Los distintos artículos consultados en El Litoral y Concordia, nos permiten entender que el puerto de Concordia es una entidad con sus elementos, atributos y relaciones (las barracas con las firmas de Baylina, Robinson entre otras); que el vínculo entre las barracas y la aduana, así como con sus empleados, fue a veces conflictivo; y que la postura de la prensa en relación con determinadas instituciones –la administración del puerto– fue siempre negativa”.
Esperamos que les haya gustado este breve relato. Nos volvemos a encontrar en una semana para descubrir más historias del pasado de Concordia y la región.
Museo Regional Palacio Arruabarrena, dirección: Entre Ríos y Ramírez.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión