No hay límite de edad para hacer música
Días pasados comentaba sobre Máximo Domínguez, de Urdinarrain, el chico de 13 años, cantor y decidor de versos camperos. Ahora vamos a hablar sobre Diva Gabriel de Mascheroni (Coca), de Gualeguaychú que tiene 100 años y toca perfectamente el piano y sin leer partituras.
Vive en Gualeguaychú estudió piano desde muy pequeña a los 5 años comienza su amor por el arte, recuerda a su profesora de música Olga Boreto de Etchegoyen y obtiene su título de Profesora Superior de Piano con el método Williams, que era muy completo que le permite hacer música clásica y popular también, logrando un amplio repertorio.
Ingresó como pianista en la Orquesta Típica dirigida por el maestro Kuroki Murúa, donde también estaban como bandoneonista Roberto Delmagro, el violín de Ismael Rébora entre otros músicos entrerrianos. Con esa agrupación hicieron muchas presentaciones en distintas partes importantes de la provincia, como por ejemplo el Salón de la Municipalidad de Gualeguaychú (donde funciona el Concejo Deliberante), las Islas del Ibicuy, etc. Luego sigue con su piano en conciertos unipersonales en todo Entre Ríos.
Siendo muy joven recuerda que perdió su piano Breyer, por razones de sucesión se tuvieron que vender muchas cosas materiales, entre ellas su piano lo que le impidió que diera funciones como Maestra de Música en las escuelas. Pero igual la música siguió siempre viva en ella, ocupando un lugar de privilegio en su vida.
A los 13 años ingresó al Coro Santa Cecilia cuyo Director y fundador era el sacerdote Desiderio Moia y en ese caso su conocimiento musical le permitía leer partituras con gran facilidad.
Debido a la profesión de su esposo Juan Carlos Mascheroni, que era docente comenzó a vivir en otras ciudades como Federal, Gualeguay, Paraná y por último radicarse en Gualeguaychú donde vive actualmente.
Su esposo fue Director de escuelas, Subinspector y Director Departamental de Escuelas (ya fallecido) y en ese trayecto, �SCOCA⬝, como le dicen cariñosamente, desempeñó un papel muy importante con su piano.
Ha viajado por varios países como Estados Unidos, El Caribe, Europa incluyendo el norte de África y en una oportunidad estando en El Cairo vivó una situación muy emotiva, en una fiesta, en la cena la invitan a tocar el piano y gustó tanto que los turistas la querían contratar para que siguiera, por su repertorio de tangos, milongas, valses y música entrerriana.
Ella dice ''que la música es muy importante en la vida de una persona nos hace olvidar de todas las situaciones problemáticas''.
Yo le agregaría que es un bálsamo para el espíritu junto a una vida sana y a una buena alimentación, la música es lo mejor que podemos hacer para estar saludables y con alegría. Nos demuestra esta entrerriana que con sus 100 años sigue tocando el piano sin leer partituras , con una memoria de privilegio.