Como pasa en cada familia, revisar estilos de juego y cambios en los reglamentos permite acercarse a los modos propios de cada época. Sin embargo, a pesar del paso del tiempo, la pasión que genera cada vez que juega el equipo se mantiene inalterable. El repaso por los campeonatos nacionales obtenidos en medio siglo es una buena manera de conocer más sobre la evolución del deporte y del club

Con 52 títulos nacionales en sus vitrinas, entre torneos y copas, Boca Juniors es el segundo equipo con más logros en el país, apenas por debajo de River Plate. Está relación se invierte al sumar los logros internacionales. Por eso ahora cuando hay noticias de Boca en la Copa Sudamericana el deseo por verlo levantar una copa nueva aumenta como la intensidad de tus pulsaciones.

Los 70s: La impronta de Rojitas y del Toto

Esta década se inició con la conquista del Nacional 1970, repitiendo la cosecha del año anterior con la figura de Ángel Clemente Rojas como jugador destacado. 

No sería hasta 1976 cuando, con las indicaciones técnicas de Juan Carlos Toto Lorenzo, el xeneize alcanzaría lo más alto del Metropolitano y del Nacional de ese año. Este bicampeonato se coronaría ganándole la final a su clásico rival con gol de Rubén Suñé además de dejar una huella imborrable con la consagración posterior al ganar las Libertadores de 1977 y 1978 y la Intercontinental 1977.

Los 80s: Crisis y refundación

Una década errática que comenzó con Diego Maradona como figura indiscutible y de gran proyección. En el Metropolitano 1981 junto a Miguel Ángel Brindisi serían los símbolos de la delantera que Silvio Marzolini dispuso para ganarle en la tabla de posiciones por apenas un punto a un duro Ferro Carril Oeste. 

Después llegarían los altibajos institucionales y económicos que se reflejaron en los pobres desempeños logrados en el césped de juego. Recién en 1989 con la Supercopa comenzó a vislumbrarse un nuevo sendero de éxitos a la altura de la historia fundacional. 

Los 90s: Protagonistas de nuevo

Tras perder la gran final de 1991 contra Newell’s Old Boys, en el Apertura 1992 llegaría el momento del desahogo luego de once años sin lauros domésticos. El plantel dirigido por el Maestro Tabarez tenía al Beto Márcico como capitán y un nuevo récord de valla invicta con el mono Navarro Montoya bajo los tres palos. 

Hacía finales de la década, Boca gana el Apertura 1998 de punta a punta y sin derrotas; y repite con el Clausura 1999, marcando el inicio de una época de gloria para el club en el nuevo siglo con Carlos Bianchi en la dirección técnica.

Los 2000s: El legado del Virrey

Así fue que con el Virrey en sus dos etapas en el banco el club alternó palmarés locales con inolvidables títulos internacionales como la Copa Libertadores y la Intercontinental de los años 2000 y 2003 con Riquelme, Palermo, Barros Schelotto y Tévez entre otros apellidos destacados. 

Tras el paso de Bianchi, otro DT experimentado como Alfio Coco Basile dejaría su marca en los campeonatos obtenidos en el Apertura 2005 y en el Clausura 2006 ganando las cinco competencias que disputó antes de reencontrarse con la conducción del seleccionado nacional de fútbol. El Apertura 2008 definido en un triangular vibrante con Tigre y San Lorenzo también aportó una estrella para bordarse en el escudo del club de la Rivera. 

Los 2010s: Con los dientes apretados

Con solidez defensiva cuando juega boca alcanzaba un juego no muy vistoso pero sí efectivo para llegar a lo más alto del Apertura 2011 con Julio Falcioni como DT. 

Mientras que en 2015 obtuvo el campeonato de treinta equipos con el regreso de Carlos Tevez como principal atracción. Esta década culminaría con nuevo formato: la Superliga 2017/2018 con un arranque arrollador de ocho triunfos y la Superliga 2019/2020 arrebatándosela a River en la última fecha para suplir la carencia de títulos internacionales. 

Boca en el presente 

Sin lugar a dudas, luego de ganar la Liga Profesional y la Copa de la Liga en 2022 el gran objetivo de Boca es regresar a los primeros planos internacionales dejando atrás la derrota contra Fluminense en la final de la Libertadores. La Copa Sudamericana es una excelente oportunidad.

Con un plantel que combina juveniles surgidos de inferiores como Cristian Medina o Nicolás Valentini y con delanteros de experiencia como los uruguayos Cavani y Menentiel, Boca apunta a seguir llenando con gloria las páginas de una historia tan apasionante como la historia social de un país entero con todos sus cambios y continuidades, sus idas y sus vueltas no siempre olímpicas.