En un duelo vibrante, Vélez y River Plate igualaron 2-2 en Liniers por la Liga Profesional
Tras el polémico cruce por la Copa Libertadores, el Fortín consiguió el empate en tiempo de descuento. Beltrán y De la Cruz anotaron para la visita. Bou y Osorio, para el dueño de casa
El inicio del cotejo les permitió a ambos equipos mostrar la intensidad que los caracteriza. Santiago Simón y Esequiel Barco presionaron alto con el objetivo de evitar la profundización de los laterales del Fortín, que también buscó tapar la salida, pero River priorizó saltar líneas con Lucas Beltrán ejerciendo de pivot.
El delantero, que disfrutó de minutos en el triunfo ante Barracas Central por Copa Argentina, construyó la primera chance del Millonario tras robar el balón en tres cuartos y, a los 6�", hizo gala de su olfato goleador. Milton Casco aprovechó un hueco entre líneas y Simón, que logró desbordar por el sector derecho, le cedió el tanto al ex Colón, que remató de frente al arco.
Ante la adversidad, el conjunto dirigido por el Cacique Medina no se achicó. Con una postura similar a la llevada a cabo en los encuentros por Copa Libertadores, el local capitalizó el desequilibrio de sus jóvenes valores, con Luca Orellano como timonel.
El golpe propinado por la Banda tuvo una respuesta inmediata. 15 minutos después, Leonardo Jara asistió de media distancia a Walter Bou, que cayó al suelo en su afán de superar a Franco Armani. Patricio Loustau no dudó en cobrar penal y el ex Defensa y Justicia definió con prestancia para estampar la igualdad.
Luego del tanto, la inventiva de Vélez no cesó. El 10 protagonizó otras dos acciones clave: a los 22�", remató sin fuerza tras una jugada individual y, un minuto después, le brindó un pase preciso a Lucas Pratto delante de la meta que el Oso no pudo concretar. Aquel fallo le dio vida a un River más que efectivo.
En el peor momento de la visita en la primera mitad, sacó a relucir una jugada magistral. Simón apareció en posición de 9 y le dejó la pelota servida a Nicolás de la Cruz, que definió con una volea rasante pegada al palo derecho.
El segundo festejo desmoralizó a los de Liniers, que concedieron espacios y tuvieron inconvenientes para contener a los volantes con llegada. En ese contexto, De la Cruz arremetió en el área y generó zozobra; el uruguayo esbozó un enganche cuando quedó cara a cara con Lucas Hoyos, pero Matías de los Santos cortó la ocasión a tiempo.
El Fortín, de todos modos, tuvo la oportunidad de igualar las acciones ante un yerro de Casco. Orellano, una de las figuras de la primera etapa, sacó un latigazo que fue bien contenido por Armani. Los comandados por Gallardo emparejaron el partido sobre el final, pero se llevaron más premio del merecido al vestuario.
La visita no abandonó la disposición táctica en el complemento, pero entregó la pelota y se atrasó unos metros en el campo, evidenciando cierto cansancio luego del gran desgaste físico del primer tiempo. La figura de Bruno Zuculini empezó a tomar mayor trascendencia: el mediocampista se acercó a los centrales y se involucró en el trabajo sucio.
Las chances de riesgo comenzaron a escasear y, pese a que el local se adueñó del balón, no logró hallar resquicios en el bloque bajo que formó el Millonario. El fútbol de alto vuelo le dejó paso a un desarrollo más friccionado, disputado en la zona de gestación.
Aun así, River coqueteó con el peligro: conforme con el resultado y en el marco de un trámite que no dejaba entrever grandes diferencias, dependió del arquero ex Atlético Nacional para seguir arriba en el marcador. Lucas Janson, que apenas había tenido apariciones esporádicas en el primer tiempo, hizo volar a Armani, que ya se erigía como uno de los mejores del encuentro.
Pratto, a los 67�", volvió a hacer temblar el arco de la Banda tras lanzar un envío rasante en forma de buscapié que el golero pudo interceptar. Preocupado, el Muñeco dispuso el ingreso de Juanfer Quintero, José Paradela y Tomás Pochettino; la visita precisaba recuperar la pelota para no sufrir innecesariamente.
En el epílogo, Vélez no pudo conservar el ritmo y apenas mostró chispazos de lo construido minutos antes. Los cambios oxigenaron el centro del campo de los de Núñez y el colombiano intentó asociarse con sus compañeros en tres cuartos. Una de esas combinaciones fue eficaz: Braian Romero, que entró por un Beltrán exhausto, desperdició una oportunidad inmejorable en el área rival.
Javier Pinola y Jonathan Maidana volcaron toda su experiencia y actuaron como muros frente a los embates del Fortín, que empujaba sin tener las ideas claras pero con ambición. Así y todo, los locales encontraron la igualdad a 60 segundos del pitazo final: después de una serie de rebotes, Santiago Cáseres dejó en el camino al ex Tijuana y le dejó el gol servido a Abiel Osorio. El Millonario no levanta cabeza en el torneo local y, tras el golpe en la máxima competencia continental, el equipo de Liniers le provocó un nuevo dolor de cabeza.