Descubren que el Mar Rojo está liberando tantos gases contaminantes como países enteros de Oriente Medio
Durante una expedición en barco, los científicos descubrieron niveles inexplicablemente altos de etano y propano en el aire. La misteriosa fuente de las emisiones estaba oculta en las profundidades de la superficie del agua.
Durante una expedición en barco por la Península Arábiga organizada por el Instituto de Química Max Planck, los científicos descubrieron niveles inexplicablemente altos de etano y propano en el aire sobre el Mar Rojo. En concreto, eran hasta 40 veces más altos de lo previsto por los modelos atmosféricos existentes. Su fuente, concluyen ahora en un estudio en «Nature Communications» estaba oculta en las profundidades de la superficie del agua.
El Medio Oriente alberga más de la mitad de las reservas de petróleo y gas conocidas en el mundo. La intensa explotación de combustibles fósiles en esta región es responsable de la liberación de grandes cantidades de contaminantes gaseosos a la atmósfera. Pero en el pasado se han realizado pocas investigaciones en química atmosférica en esta área. Se suponía que la quema de biomasa, la producción y transmisión de combustible y las emisiones de la industria energética describían la abundancia regional de hidrocarburos. Sin embargo, ninguna de estas fuentes pudo explicar las observaciones. Para investigar esta discrepancia, Efstratios Bourtsoukidis, un físico ambiental del instituto con sede en Mainz, y sus colegas analizaron en detalle cada una de las posibles fuentes de estas emisiones, como el tráfico, la agricultura, la quema de biomasa, la generación de energía o la producción de petróleo.
«Debido a que no había datos previos de esta región, tuvimos que realizar numerosos cálculos para encontrar la fuente. Al final llegamos a una conclusión inesperada: las altas concentraciones de etano y propano atmosféricos observados se originan en el fondo del norte del Mar Rojo», dice Bourtsoukidis. Más concretamente, las fuentes de estos gases son la filtración directa de fluidos de los depósitos de hidrocarburos depositados sobre las rocas en alta mar, las salidas de densidad atrapadas en el fondo de los Golfo de Suez y Aqaba y las emisiones directas de algunas piscinas de salmuera ubicadas en el fondo del mar. Estos hidrocarburos son transportados a la superficie por las corrientes de agua y eventualmente liberados a la atmósfera. La cantidad de gases liberados es excepcionalmente alta y comparable a las emisiones antropogénicas totales de países enteros del Medio Oriente como Irak, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait. Las mediciones se realizaron en verano. Teniendo en cuenta la estacionalidad de la circulación en aguas profundas, es probable que las emisiones a la atmósfera aumenten aún más durante el invierno. En tiempos preindustriales, las emisiones submarinas de etano y propano habrían tenido implicaciones insignificantes para la calidad del aire regional, dicen los autores del informe. Hoy en día, sin embargo, el tráfico marítimo en la región emite altas cantidades de óxidos de nitrógeno. Estos gases interactúan con el etano y el propano y dan como resultado la producción de ozono troposférico y nitratos de peroxiacetilo. Ambos elementos son muy perjudiciales para la salud humana. En las próximas décadas, se espera que el tráfico de barcos a través del Mar Rojo y el Canal de Suez continúe aumentando fuertemente, con un aumento concomitante en las emisiones de óxido de nitrógeno. Los científicos esperan que dicho aumento amplifique el papel de esta fuente, lo que lleva a un deterioro significativo de la calidad del aire regional.ABC