Detectan cientos de peces muertos en Maciá y apuntan a los agrotóxicos
Un padre de familia que vive en Maciá llegó con un amigo, hasta la cantera Tellería, que se encuentra en el camino de ingreso a la ciudad porque sabía que algo andaba mal.
En el verano del año pasado los maciaenses se bañaban en el agua de la cantera porque era �Sfresca⬝ y tampoco tenían demasiadas opciones para disfrutar al aire libre. Este año, nadie sabe quién o quiénes, colocaron carteles que advierten sobre la contaminación. El olor es nauseabundo y en la costa encontraron mangueras amarillas con las que los fumigadores juntan agua y lavan las máquinas. Si tiene cuatro patas y ladra es perro.
Este hombre, que grabó un video en el lugar, confirmó a Uno la gran cantidad de peces muertos e hinchados. Insisten con la posibilidad de que la causa sea la fumigación con agrotóxicos que aplican con mosquitos en los campos vecinos sembrados con soja y maíz.
Los ejemplares pesaban de cinco kilos para arriba y el puestero de la zona aseguró que la cantera estaba llena de animales muertos que fueron arrastrados por la correntada. La preocupación en la zona es que ese agua de la cantera termina en el arroyo Calá que desemboca en el río Gualeguay.
En Maciá tienen miedo de realizar las denuncias porque todos recuerdan la agresión que sufrió el médico Jorge Rubattino después de confirmar que una familia de la zona de Altamirano Norte (departamento Tala) debió ser internada tras sufrir un cuadro grave de intoxicación a raíz de una fumigación con agroquímicos. Según los medios de la zona, el viernes 16 de marzo a la hora 19.30 Rubattino se encontraba transitando en su automóvil particular por la Ruta Provincial N° 30 cuando al llegar a la curva peligrosa entre Maciá y Gobernador Sola advierte unos obstáculos sobre la cinta asfáltica que lo obligaron a detener la marcha y descender del vehículo. Al bajar del coche, el profesional, escuchó disparos y sintió un ardor en la frente, por lo que decidió subir rápidamente a su auto, seguir hasta Maciá y resguardarse en su domicilio. El profesional recibió amenazas de muerte previas vía telefónica, lo que lo llevó a concluir que el atentado del 16 de marzo tiene directa vinculación con su intervención en el caso de la familia Holstein.