El plan para reciclar 200 toneladas de redes de pesca y evitar la contaminación del mar
Descartadas o perdidas en las aguas, ponen en marcha una peligrosa contaminación con microplásticos y generan un impacto silencioso pero letal para los mamíferos y ecosistemas marinos.
Se estima que cada año unas 200 toneladas de redes de pesca son volcadas al mar argentino o llevadas a basurales donde se queman y se entierran. Al no existir un circuito establecido para tratarlas al alcanzar el fin de su vida útil, se acumulan y abandonan en puertos y playas. En el mar, las redes se degradan y ponen en marcha una peligrosa contaminación con microplásticos que pueden ingresar a nuestra cadena alimenticia, al mismo tiempo que genera un impacto silencioso pero letal para los mamíferos y ecosistemas marinos. El tema despertó las alarmas en distintas partes del mundo y también en nuestro país.
�SLas redes al ser de materiales plásticos tardan 600 años en degradarse y en ese proceso se van transformando en microplásticos, que son una fuente importantísima de contaminación en todos los océanos. Hay talleres de redes que las reparan, pero al llegar al fin de su vida útil un mínimo porcentaje es reutilizado en escuelas de fútbol para poner en los arcos, como redes de vóley o para gallineros, pero en general se llevan en volquetes a los basurales. Pero lo más importante es evitar que lleguen al mar y se transformen en trampas letales para las ballenas⬝, señaló Roxana Schteinbarg, coordinadora ejecutiva del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), en diálogo con Ámbito. El ICB es parte de Net Positiva, una alianza junto a la empresa chilena Bureo, impulsor de la iniciativa, y la fábrica José Moscuzza Redes, la mayor proveedora de las pesqueras argentinas y de otros países de las región. �SDurante 2019 ya se enviaron 15 toneladas de redes a la planta de reciclaje en Chile, y gracias a la colaboración voluntaria de empresas pesqueras de Mar del Plata y Puerto Madryn se está completando un nuevo lote para enviar a reciclar a principios de febrero⬝, detalló Schteinbarg.
Luego de que son recogidas, las redes se separan por tipo de material y luego pasan un proceso de limpieza, se almacenan, organizan y preparan para el transporte, una vez clasificadas se trituran y se funden en pellets, que se destinan para producir anteojos de sol, viseras de gorras, patinetas, quillas para tablas de surf y sillas, entre otros. Fuente: Ambito