El dólar oficial superaría los $1.700 a fin de año
Las estimaciones marcan que en abril la divisa ya costará más de mil pesos.
Los contratos de dólar futuro operaron en los últimos días mayoritariamente en retroceso y con significativa oferta para los vencimientos de abril, mayo y junio, que coinciden con las fechas que generaban más dudas al respecto, mostrando una tendencia a la baja que se hizo más notable en la última rueda de la semana. En este contexto, analistas del mercado afirmaron que el dólar oficial superaría los $1.700 a fin de año.
Pero lo cierto es que, a la vez, no dejan de crecer las posiciones tomadas con estas coberturas, lo que demuestra que el mercado sigue apostando a una aceleración en sintonía con las visiones que recogió al respecto el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), del Banco Central (BCRA).
Esa encuesta mostró que los analistas y consultores esperan que el dólar oficial cierre febrero en $839,70 (debería subir $8,40 más en las doce ruedas que restan), marzo en $909,0 (implicaría aceleración del crawling peg a 8,25% por mes) y abril en $1080 (salto de 18,8% con relación a marzo). A su vez para fin de año lo ven en $1700,60 (+110,4% con relación al cierre de 2023).
La escalerita para esos plazos del Matba-Roxef, tras los ajustes de esta semana, quedó por debajo. Arranca en $845,6; $880,5 y $972 para cierres del presente mes, marzo y abril, sucesivamente, aunque lo ve arriba de $1800 para fin de año.
“Lo que vio en estos días es que el mercado de futuros va comprando la idea de un ‘crawling peg’ lento más extendido y descartando la posibilidad de un salto marcado hacia abril, pero a su vez demanda cada vez más coberturas, aunque a tasas menores. Es decir, mantiene cierto escepticismo al respecto y busco reaseguros. Esto tiene que ver con los niveles de apreciación que mostró el peso desde la devaluación hasta aquí”, explicó el analista Salvador Vitelli, de Romano Group.
Era normal que luego de una devaluación grande como la que tuvimos “el peso tienda a revaluarse”. “Pero con un cepo de esta magnitud, la duda sobre la sostenibilidad de esta estrategia, pensando que la idea es ir hacia una mayor liberalización, es más que razonable”, explica.
El analista Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, lee lo mismo. “El mercado sigue asignando chances de aceleración del crawling peg en marzo respecto a febrero (aunque menor que antes) y una velocidad mayor del desplazamiento para abril, mayo y junio principalmente para luego desacelerar, lo que tendría sentido suponiendo que el Banco Central intentará captar la mayor cantidad de divisas posible provenientes de la cosecha gruesa”, sostiene.
La mirada de los bancos internacionales es menos optimista. “Seguimos pensando que una aceleración de la tasa de ajuste cambiaria es necesaria más temprano que tarde, probablemente antes de la liquidación de dólares de la cosecha en el segundo trimestre del año”, apuntó esta semana Morgan Stanley en un informe para clientes.
El ministro Caputo se hizo cargo de la defensa de la estrategia oficial en entrevistas concedidas a medios tradicionales y mediante cruces por redes sociales. Hizo eje para ello en el proceso desinflacionario en marcha (lento y particularmente gravoso para los trabajadores y los jubilados) para relativizar los supuestos más generales del mercado.
“Cuando nosotros hacemos la evaluación del tipo de cambio real, aun asumiendo una inflación que puede estar en torno al 20% y va a ser más baja en febrero y probablemente más baja en marzo, estaba viendo algún ejercicio con supuestos de 14% y 9%, tomando como base tipo de cambio la salida de base 100, la salida del cepo de Macri, aquel famoso dólar de $15, a fin de marzo estarías en un dólar de $117, es decir casi 17% arriba de lo que era ese dólar de Macri”, señaló.
“Muchos comparan con el tipo de cambio real del último gobierno de (Alberto) Fernández/(Sergio) Massa, lo cual para mí es un error porque ese es justamente el tipo de cambio real de una situación insostenible, de una Argentina entrando en un colapso. Ese no es el tipo de cambio real de equilibrio de la Argentina. Si nosotros estamos yendo a equilibrio fiscal, bajando fuertemente la inflación, si no hay más financiamiento del BCRA al Tesoro, entonces no podés pretender que ese sea el tipo de cambio real de equilibrio de esa nueva situación económica”, insistió.
Parte del mercado validó esa visión esta semana, pero el aumento en el denominado “interés abierto” (el viernes por caso se negociaron futuros por un equivalente a US$1147 millones en Rofex, con un incremento del open interest de 93.000 contratos) muestra que la dudas persisten.
FUENTE: LA NACIÓN