La manifestación, que reunió a estudiantes, docentes y organizaciones sociales, comenzó alrededor de las 19 horas, cuando la columna de manifestantes comenzó su recorrido hacia la Plaza 25 de Mayo. A lo largo de la marcha, los cánticos y consignas en contra del ajuste educativo resonaron con fuerza, destacando uno que decía: “Traigan al gorila de Milei para que vea que este pueblo no cambia de idea, pelea por la educación”.
La movilización fue una respuesta a las crecientes preocupaciones sobre la situación actual de la educación pública en Argentina, que enfrenta severos recortes presupuestarios y falta de recursos. “¡Griten fuerte, si no cantamos juntos el gobierno no lo siente!” repetían los manifestantes mientras avanzaban por las calles céntricas.
El reclamo: un sistema educativo inclusivo y equitativo
Al llegar a la Plaza 25 de Mayo, se leyó un comunicado en el que se destacó la importancia de la educación pública como motor de movilidad social. El texto, cargado de un fuerte contenido crítico hacia la gestión gubernamental, denunció las dificultades a las que se enfrentan estudiantes y docentes en el día a día. “Cada día en las aulas de nuestras instituciones, escuelas, universidades y terciarios, vemos a compañeras y compañeros que luchan por equilibrar sus estudios con trabajos precarios, a menudo renunciando a sus sueños de una educación superior por la falta de recursos”, señalaba uno de los fragmentos más emotivos del comunicado.
En el discurso se resaltaron las profundas desigualdades existentes entre las distintas provincias del país en materia educativa. Las regiones más desfavorecidas, denuncian, son las que menos recursos reciben, lo que perpetúa un ciclo de exclusión que afecta a estudiantes y docentes, y empobrece al país al privarlo de talento y capacidades. “La educación pública, que debería ser un puente hacia la igualdad, se convierte en un reflejo de las desigualdades estructurales de nuestra sociedad”, afirmó el comunicado.

Un llamado a invertir en el futuro
Los manifestantes también exigieron una mayor inversión en educación, advirtiendo que la falta de financiamiento pone en peligro el futuro del país. La mejora de la infraestructura educativa, el aumento de los salarios docentes y la incorporación de recursos pedagógicos actualizados fueron algunos de los principales reclamos. “La educación no puede ser vista como un gasto, sino como una inversión en el presente y el futuro de nuestra nación”, se destacó en el comunicado.
El mensaje fue claro: sin una educación pública de calidad, la democracia y el desarrollo sostenible de la sociedad están en riesgo. “Hoy nos reunimos en una lucha colectiva por una educación verdaderamente inclusiva y equitativa. (...) No al ajuste de la educación, sí al financiamiento de la educación pública”, concluyó el discurso, haciendo un llamado a continuar con la organización y la movilización social para defender el derecho a la educación.

El futuro de la educación en juego
Los organizadores de la marcha subrayaron que la educación pública ha sido un pilar fundamental para la movilidad social en la Argentina a lo largo de la historia, y que hoy más que nunca es necesario luchar por su preservación. 
“Defender la educación pública en 2024 significa resistir frente a las presiones que buscan su desmantelamiento y reafirmar el compromiso con un sistema inclusivo, equitativo y de calidad”, insistieron.