Alejandra Pizarnik
Nació en Avellaneda, (Argentina) el 29 de abril de 1936. Era hija de padres emigrados ucranianos judíos. Su nombre completo era Flora Alejandra Pizarnik. Su padre se llamaba Elias Pizarnik y su madre Rejzla (Rosa) Bromiker.
Se da por verdadero que sus trabajos y su poesía son una excelsa contribución a la literatura latinoamericana, considerada especialmente a partir de la acentuación de las prácticas democráticas de principios de la década de los 80 y es allí, donde la figura de Alejandra Pizarnik, al igual que otras escritoras, fueron valoradas en su real dimensión.
Había estudiado Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires, y es así como fue poeta, ensayista y tambiuén traductora. En algún momento de su breve vida se sintió
atraída por la pintura y fue su maestro, Juan Batlle Planas. No fue extraño ese comportamiento o esa necesidad de expresarse, ya que es una característica del comportamiento patológico para dar salida a sus fantasías y sus trastornos del pensamiento que lo manifestaba con un habla desorganizada, pasando de un tema a otro.
Vivió algunos años en París donde trabajó en la Revista "Cuadernos", que sostenía una postura anticomunista y antisoviética pero, decididamente antitotalitaria por excelencia. Trabajó allí junto a reconocidas figuras de la intelectualidad, como Rómulo Gallegos, quien había sido presidente de Venezuela y que fue el novelista más relevante del siglo XX. El escritor y poeta uruguayo Emilio Frugoni y también el colombiano Germán Arciniegas, ensayista y escritor. También colaboró con algunas editoriales francesas donde publicó poemas y ofició de crítica en varias publicaciones y tradujo a Henri Michaux, Antonín Artaud y Aime Cesaire. Profundizó sus estudios en La Sorbona. Luego de esos intensos 4 años de vida parisina, regresó a Buenos Aires donde volvió a publicar al menos sus tres más importantes volúmenes. El infierno musical, Extracción de la piedra de la locura y Los trabajos y las noches. Realizó un gran trabajo novelico, recopilando la información existente sobre la leyenda de Isabel Bathory, condesa medieval hungara.
Cuando vivió en París, cultivó amistad con Julio Cortázar y también con el poeta mexicano Octavio Paz. Su obra se inscribe dentro de los que se denomina la corriente neo surrealista, donde manifiesta un espíritu de rebeldía y de inconformismo que linda con el auto aniquilamiento.
Es posible que por las características de la enfermedad que padecía: esquizofrenia, se manifestara de esa manera y el tema de la muerte es recurrente en su obra, cada vez más cercana y más obsesionante. Se puede decir que perteneció al "jet set" de los escritores argentinos y que, a pesar de su talento y su inteligencia que eran reconocidos por todos, Alejandra ya no quiere vivir más.
"Vestida de negro, ella mira
La que no supo morirse de amor
y por eso nada aprendió
Ella está triste porque no está. . ."
Escribía todas las tardes en su departamento de la calle Montevideo. De a ratos también pintaba. Una vez expuso junto a Cecilio Madanes y Manuel Mujica Láinez. Fue amiga de Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares a quienes solía visitarlos con asiduidad en la calle Posadas 1650
Pero ella se expresaba siempre escribiendo:
“Escribo contra el miedo
Contra el viento con ganas
que se aloja en mi respiración”
La voz surge cada vez más oscurecida, pero más nítida:
“y cuando por la mañana
Temes encontrarte muerta
(y que no haya más imágenes): el silencio de (la compresión)
El silencio del mero estar,
En esto se van los años
En esto se fue la bella alegría animal”
El domingo por la noche, del 25 de septiembre de 1972, mientras pasaba unos días fuera de la clínica psiquiátrica donde estaba internada, Pizarnik moría por una sobredosis de 50 comprimidos de Seconal, un conocido barbitúrico utilizado para dormir o permanecer dormido.
“Vida, mi vida, ¿Qué has hecho de ella?”
Así acabó el talento y todo lo que le era propio: una marcada presencia con una charla cautivante y mordaz, éxito, unánime reconocimiento y finalmente encontró el silencio que buscaba.