¡Año Nuevo! Esperanza nueva
Cada año renovamos el calendario y nuestra esperanza. Es una necesidad, para poder seguir caminando por la vida sin decaer.
Cuando llega la hora 0 o las 12 de la noche como decimos comúnmente, levantamos una copa, un vaso de vidrio o de plástico brindando por el año que nace, que comienza a marcar una nueva etapa en nuestras vidas, en la vida del mundo. Un mundo que lo recibe con música y estruendos de fuegos artificiales.
Hasta en los pueblos que están en guerra, realizan un “hipócrita” “cese del fuego”, que dura una horas, e inmediatamente después los presidentes, líderes, fabricantes de armas del mundo, ordenan “renovar” la matanza de jóvenes, de familias enteras, y lo que más nos duele, lo que más repudiamos ; la matanza de niños. Cínicamente, los que mandan “! a !a la guerra!” se quedan seguros y protegidos en sus puestos , en sus hogares.
Este año me resulta muy difícil escribir sobre el fin de año y el comienzo de uno “nuevo”, con bombos y platillos, porque (parafraseando al Maestro Atahualpa Yupanqui ) ; “la esperanza tira adelante, pero la realidad tira para atrás).
El mundo se entera que comienza un nuevo año y creemos que cambiando el almanaque alcanza, porque olvidamos lo que nos recordaba Jesús; “hay que nacer de nuevo”,” ser hombres nuevos”. Pero seguimos, especialmente algunos, siendo hombres viejos; egoístas, soberbios, ambiciosos sin límites, para acumular riqueza y poder, aunque sus pueblos, como el nuestro pague las consecuencias , aumentando la pobreza. Pero hay dos cosas que no podemos olvidar, llega un año nuevo, y debemos recibirlo con esperanza. Esa virtud , que nos invita a vivir con alegría. Con confianza en este tiempo que inauguramos cada 1er. día de enero.
Y aunque parezca que me contradigo con la reflexión que hice, no es así; todo es parte de la vida, y hoy desde este medio “ Diario El Heraldo” y de este familiar y lindo programa “Buen día Sábado” de LT15, los invito una vez más a fortalecer nuestra esperanza en un futuro mejor, donde el sentimiento de amor solidario, de justicia nuestro pueblo y todos los pueblos del mundo, sea iluminado por la Paz y la Fraternidad tan lastimada. Por eso, volvamos a levantar esa copa o ese vaso, sea de vidrio, o de plástico, recibiendo al nuevo año con esperanza y alegría, seguros que Dios nos acompañará.
POR ESO, DIGAMOS JUNTOS ¡BIENVENIDO AÑO 2024! Y NO TE ASUSTE POR TODO LO QUE TENÉS QUE TRABAJAR PARA SER UN BUEN AÑO, NOSOTROS TE VAMOS A AYUDAR.
PABLO SANCHEZ