Aunque hay una ordenanza vigente, hay cuidacoches en el centro y semáforos
La llegada de turistas de Uruguay, la falta de variantes laborales y también un poco de facilismo, contribuyen a la proliferación de los denominados cuidacoches en el radio céntrico de la ciudad.
Como se mencionaba, la llegada de visitantes y compradores del vecino país y la diferencia en el cambio hacen que la gente, en su mayoría jóvenes, busquen como se denomina, el “pique” para hacerse de unos pesos de una manera fácil.
Ahora en cuanto al cuidado de autos poco y nada, porque aparecen a la hora de ver que las personas se están por retirar con sus vehículos para pedir una contribución.
Después se los observa sentados y en su mundo, lejos de prevenir algún posible ilícito.
Para el visitante o para los que a diario deben estacionar en el centro de la ciudad, es un doble gasto porque pagan por el estacionamiento medido y después deben dar una contribución al cuidacoches.
Esto marca una realidad dura como acontece en todas las ciudades, el que no tiene trabajo busca la forma de generarse un peso. De todas maneras hay una ordenanza en cuanto a los trapitos y denominados cuidacoches que expresa lo siguiente: Específicamente, la ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante establece en su artículo 1° que no se permitirá “la actividad en la vía pública de servicios de estacionamiento y/o cuidado de vehículos y/o cuidacoches, servicios de limpieza o lavado de vidrios y/o de vehículos “denominados trapitos”, y toda otra actividad de similares características”.
Atendiendo esto, algunos automovilistas que dejan sus vehículos tras abonar el estacionamiento medido, luego colaboran con los cuidacoches ante el temor de encontrarse con alguna sorpresa a su regreso. Inclusive destacaron en algunos comentarios en redes sociales que algunos se manejan de malos modos ante el pedido de colaboración y la negatividad. Será un tema a tratar nuevamente y buscarles la contención como se previó en dicha ordenanza.