Canales reducidos a calles con fango; barcos que tocan tierra: así está Venecia tras la espectacular marea baja
Venecia vive una excepcional marea baja que ha dificultado la navegación. Se han visto en los últimos días algunas imágenes casi insólitas, que han deslucido su célebre Carnaval.
Venecia vive una excepcional marea baja que ha dificultado la navegación. Se han visto en los últimos días algunas imágenes casi insólitas, que han deslucido su célebre Carnaval: Canales internos casi reducidos a calles con fango, barcos amarrados que tocan tierra y los antiguos cimientos de los edificios especialmente visibles.
Incluso a lo largo del Gran Canal se ha tenido que lidiar durante muchos días con una marea baja que causa problemas también para la navegabilidad. En algunas ocasiones de emergencia, las hidroambulancias no pudieron llegar a su destino.
La vida en Venecia se ve así condicionada por las mareas. Especialmente ha sufrido las mareas altas, con graves inundaciones. El fenómeno de ahora es el opuesto. Suele haber en esta época del año mareas bajas, pero en esta ocasión se trata de algo excepcional, no tanto por la amplitud de la marea, sino por su duración. En Venecia se habla convencionalmente de una «marea baja excepcional» cuando se alcanzan -50 centímetros sobre el nivel medio del mar.
El lunes se llegó a -70 centímetros. Con mareas bajas excepcionales, los canales internos se secan, mostrando el fondo fangoso. Para los miles de turistas que han acudido a presenciar el Carnaval de Venecia, han visto roto en parte el encanto de la ciudad de los canales al ver algunas góndolas varadas en el fango.
Los gondoleros se han visto obligados a dar rodeos para evitar los bajíos. Las gaviotas aprovecharon para darse el festín, porque los peces se han visto también más vulnerables ante la falta de agua.
A partir de este martes, último día del carnaval, el fenómeno disminuirá. Según el Centro Municipal de Mareas, los picos de bajamar deberían asentarse entre -35 y -55 centímetros.
Desde este Centro explican que el fenómeno no está conectado directamente con la sequía que ha sufrido largamente el norte de Italia el año pasado. Pero obviamente si está ligado a todo el régimen anticiclónico que envuelve una vasta zona de Europa y que está actuando como barrera para la entrada de las perturbaciones y, en consecuencia, a las lluvias. (ABCes)