Cómo crear un ambiente adecuado para el descanso de tu bebé
Hoy hablaremos de la estrecha relación que existe entre realizar una adecuada estimulación durante el día y el mejor descanso de nuestro bebé por la noche.
Aunque visto de afuera pareciera que es azaroso el hecho de que los bebés duerman más o mejor, esto no es así, dado que existen varios factores que contribuyen o perjudican el buen descanso del bebé y en consecuencia de la mamá y la familia toda.
Estos factores pueden agruparse en tres: lograr y sostener una adecuada estimulación, establecer una rutina acorde con la edad del bebé y acondicionar un espacio confortable para cada etapa de desarrollo.
Más allá de los posibles consejos que podamos recibir, es una realidad que la llegada de un bebé nos llena de interrogantes y nos hace dudar hasta de cómo nos llamamos, pero podemos asegurarte que el descanso apropiado es el resultado de un todo. De nada sirve estimular continuamente al bebé si lo acostamos todos los días en distintos horarios, o comprarle la cuna más cómoda del mercado pero acostando al bebé sin sueño.
Aquí intentaremos desarrollar cada variable brindándote toda la información pertinente para que puedas sentir la confianza de transitar la crianza con tranquilidad, amor y disfrute.
La importancia de un buen descanso
Si bien se subestima el sueño en individuos que pasan la mayor cantidad de horas del día dormidos, no solo se trata de disponer a los bebés en cunas cómodas y habitaciones bellas. Esto es así, dado que no solo es importante la cantidad de horas de sueño sino la calidad de ese descanso.
Lo que sucede es que el descanso es un agente fundamental en todas las etapas de la vida, pero en la primera infancia cuando el desarrollo está en pleno auge, no solo es importante sino esencial.
Resulta que mientras los bebés duermen, sus pequeños cerebros repasan las acciones y logran procesar toda la información adquirida para poder asimilarla. Además, una persona que logró descansar apropiadamente siempre tendrá sus sentidos más alertas y su cerebro estará más receptivo a todo lo que sucede a su alrededor.
Por eso comenzamos la nota hablando de la importancia de entender el sueño, el desarrollo y la estimulación como dientes de un mismo engranaje, en el que todos tienen que hacer su parte para que la maquinaria funcione.
De acuerdo a como el bebé y la familia descansen, más propensos estarán a compartir momentos de estimulación, y una correcta estimulación sin dudas dará lugar a un mejor descanso, y así continúa esta sinergia infinita.
La estimulación a temprana edad
Es fundamental en los bebés la estimulación temprana para que puedan desarrollarse física, cognitiva y emocionalmente. Sobre todo, en el período que compone los primeros meses luego de su nacimiento, su cerebro percibe un crecimiento exponencial y una maduración biológica que no volverá a experimentar a lo largo de su vida.
Este momento evolutivo es el más indicado para estimularlos y dejarlos investigar el mundo que los rodea, ya que son como pequeñas esponjas que logran absorber gran cantidad de información que luego terminan de procesar mientras duermen.
Hay infinitas formas de estimulación que van desde un masaje relajante, un juguete que al moverlo genera sonido, un cubo con distintas texturas y colores y hasta practicar la aromaterapia.
La verdadera estimulación radica en ofrecer tiempo y presencia de calidad, en interactuar desde la mirada, en acompañar y dar el espacio a que investiguen el entorno y en la variedad de propuestas para evitar el acostumbramiento y los días monótonos y aburridos.
Rutina de sueño para un bebé contento
Lograr una buena calidad de sueño en los bebés tiene múltiples beneficios. Si logran dormir bien se incrementa la efectividad de sus sistemas inmunológicos, tienen una mejor predisposición (por lo que mejoran su comportamiento), aumentan exponencialmente el desarrollo mental y físico y elaboran una salud mental más fuerte, en pocas palabras son más sanos en muchos sentidos.
En este sentido, lograr establecer una rutina con buenos hábitos para aprovechar la estimulación en los momentos de atención y saber generar los intervalos de relajación para inducirlos a un sueño profundo y reparador son mecanismos realmente claves para el bebé, pero también para toda la familia.
Dormir es tan vital como la comida, por eso descansar lo suficiente tiene que ser una prioridad a nivel familiar. Esto refiere a que los niños están aprendiendo a regular su reloj biológico y a hacer más efectivos los intervalos entre comida, juego y sueño. Es por ello que somos los adultos quienes tenemos que favorecer estos escenarios para acompañarlos y para enseñarles con nuestro ejemplo las formas y los tiempos adecuados para cada situación.
La llegada de un bebé suele corrernos del eje rutinario y nos obliga a repensar y reorganizar toda nuestra rutina, pero no debemos caer en la tentación de no darnos la importancia que realmente merecemos. Somos sostenes de una vida que depende en parte de que cubramos nuestras necesidades básicas de la mejor manera, en este sentido la mejor manera de enseñarle a un bebé a descansar es descansando, la mejor manera de enseñarles a jugar es jugando y la mejor forma de enseñarles a comer sano es hacerlo nosotros mismos, aquí no hay más secreto que el buen ejemplo.
Aquí algunos tips para lograr que la crianza sea plena y más placentera:
- Mantener todos los días la misma rutina: Ayuda muchísimo al bebé tomarnos la costumbre de hacer las mismas cosas a la misma hora todos los días. Primero porque, así como le sucederá toda la vida, conocer lo que va a pasar le dará seguridad y podremos anticipar posibles momentos incómodos. Por otro lado, porque a nivel inconsciente vamos generando hábitos que le serán más fáciles de adoptar y sostener a lo largo del tiempo, incluso en su adultez.
- Aprovechar los momentos en los que están activos: Sucede que los bebés duermen muchas horas diarias y es esperable, por eso lo ideal es aprovechar los pequeños intervalos de actividad donde no comen ni duermen para destinarlos al juego, la exploración y el estímulo. De esta manera no solo ayudaremos en su desarrollo, sino que también es una forma de ayudarlos a diferenciar los distintos momentos del día, señalándoles que el descanso nocturno es el principal y más extenso momento de descanso del día.
- Dedicarnos a conocer nuestro bebé para identificar sus molestias: si bien cada bebé y cada familia son únicos e irrepetibles, hay problemas que evitan que el bebé concilie el sueño adecuada y oportunamente, que suelen ser más recurrentes que otros.
En general la irritabilidad puede presentarse por cólicos o reflujo que impiden al bebé dormir por sufrir dolores y malestares, aquí habrá que ajustar la dieta para ver qué alimento provoca esa incomodidad.
Otro problema común es la desregulación del reloj biológico lo que impide que su sueño coincida con el momento del día destinado a este fin y eso provoca disgusto.
Por último, aquellos bebés que no logran una ingesta adecuada y suficiente suelen tener intervalos cortos de sueño impidiendo una rutina nocturna positiva.
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