Dedicado a Corrientes
Esta provincia es de toda Argentina, la que nos dio el máximo prócer. El patriota que no solo realizó heroicas hazañas, impulso la independencia, sino que liberó también a dos países, a Chile y Perú.
Realmente nuestro Libertador el General José de San Martín, fue un grande entre los grandes. Nació en Yapeyú, cuna indígena, el 25 de febrero de 1778, que en ese tiempo era una reducción fundada por la Compañía de los Jesuitas. Fue un criollo de ley, honesto, sufrido, estadista, patriota, digamos un correntino ejemplar. Tuvo pocos reconocimientos en su vida como lo merecía, pero con el tiempo la historia lo nombro como el /Padre de la patria”, por su grandeza espiritual y entrega total de su vida, por amor a la patria, a la que se entregó por entero con total humildad, fortaleza, y coraje sin igual, digno de admirarlo y honrarle por siempre su memoria.
Así también al General Manuel Belgrano, que protagonizo un hecho histórico en Corrientes, que es digno de recordar y no es tan conocido.
La ciudad que nació con la patria
Es justamente la ciudad de Curuzú Cuatiá, fundada por el General Manuel Belgrano, que reunió en un 25 de mayo de 1810 a los pobladores dispersos.” Mandó trazar calles, estableció autoridades, y siguió su derrotero hacia el norte, en una acción que más que una campaña militar, parecía una embajada de labriegos sembrando al voleo semillas de libertad”.
Sobre el nombre de esta ciudad, mucho se ha dicho que quería decir” Cruz de papel”, “Cruce de postas” donde se cruzaba la ruta N12 y la N 14 “Caballo cartero”. “También se decía el arroyo llevaba ese nombre puesto por los primeros lugareños. Estos datos son del escritor José M. Irigoyen.
Entre diarios de archivo encontré un diario de Curuzú Cuatiá, llamado ‘‘Cultura” que en 1966 cumplía sus Bodas de oro y en él contaba, todo el comienzo de su ciudad, vivencias, su escudo, y sus primeras familias.
Primero relata, lo que significa para dicho diario haber aparecido el 8 de julio de 1917 para abarcar Mercedes, Caseros y Sauce, y lo que significaba tener trayectoria y ser portadores de las necesidades del pueblo, y ser el eslabón entre los habitantes y los escuchas de todos los dogmas políticos.
De esa misma forma pienso; nuestro diario “El Heraldo” tiene su trayectoria centenaria, por la que realmente lleva toda una tradición, y años, siendo la vos de la ciudad que nos viene acompañando, por la que podemos estar orgullosos los concordienses.
Desde Moreno en 1810 la Gaceta señalaba la necesidad de la información. Pensar lo que se siente y decir lo que se piensa, es la rara felicidad del intelecto” Lo decía Tácito y lo retoma Moreno.
En otra parte de este diario de Curuzú Cuatiá decía: el feo vicio que tienen los argentinos, de no darle dignidad del cargo a los Presidentes, y relata los sobre nombres que les ponían.
A Victorino de la Plaza, ‘‘El chino’’; a Irigoyen “El peludo”. A Alvear ”Galerita”. Al general Justo lo denigraron. A Ortiz el abogado de las empresas extranjeras. A Castillo se le reían por su pobreza. A Rawson, Ramírez y Farrel los ridiculizaban y muchas veces injustamente-Este último fue un ejemplo de honestidad, dirigía al país desde su departamento sin tener ninguna casa oficial. Solo tenía una chacra en Mendoza de duraznos y como entro salió igual solo con lo que era suyo personal, su departamento y su chacra. De Perón que entro pobre y vivió 11 años en la opulencia, Lonardi “El bueno’’. Aramburu la “Vaca”, Frondizi “Maquiavelo”. A. Guido como un dipsómano.
Al doctor lllia le llamaban “Tortuga” nada más injusto con todos los valores morales que tenía como hombre de bien para la sociedad. Por todo esto es que ya sea antes o ahora sigue esa costumbre de no respetar la dignidad del cargo lamentablemente.
Dando una vuelta más del amarillento color, por los años acumulados del diario CULTURA, nos encontramos con un hermoso verso titulado ”Mi Corrientes”. Autor Mario Ángel Pozzi. Del mismo les resumo unas estrofas. Encuentro tiene un valor poético y paisajista de Corrientes, muy representativo. Dice así.
Montes bajos para no ocultar el cielo inmenso...
Ríos anchos que enseñan a mirar más lejos,
Y pájaros que pueblan los montes de espinillo
Para mostrar al hombre que a Dios acerca el canto...
Ranchos sin puerta ni temor a soledades,
Donde un Ave María enciende una sonrisa
Y hace hervir la pava en los fogones,
Mas el calor de la amistad que al de la leña...
Lluvia que restalla en los bravíos pajonales,
Esteros donde duerme el yacaré y el horizonte
Caballada sufrida despuntando malezas
Y hombres de ñandubay soñado con grandezas
Rasgueos de guitarras en la tarde agonizante
Estrellas en lo alto y en la noche de unos ojos...
Estirpe de guerreros en la heráldica del pueblo
Y un callado esperar en la hombría y el trabajo...
Así es Corrientes ¡Mi Corrientes!
Para terminar esta nota, deseo agregar el escudo de armas de Curuzú Cuatiá porque lo encuentro muy simbólico, y define al pueblo correntino y curuzucuatiense.
El escudo se bendijo el 12 de octubre de 1958 con la Virgen del Pilar apoyada en dos lanzas que eran las armas de esa primera época
El sol naciente el momento que surge a la vida urbana.
La cruz por el cruce de caminos.
La Virgen fue venerada desde 1799 en su primera capillita, que después se quemó y ella quedó intacta.
Los laureles y el ceibo son signos patrios, todos datos de ese diario CULTURA.
Allí en dicha ciudad viví de niña, y guardo buenos recuerdos de su calidez de sus habitantes tan amigables.
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