Este ajuste surge tras una solicitud de las empresas distribuidoras de electricidad de la provincia para revisar los criterios de ajuste de sus costos. La solicitud dio lugar a una audiencia pública en febrero, en la que se discutieron estos cambios.
Posteriormente, el EPRE decidió reconocer parcialmente algunos ingresos no percibidos por las distribuidoras debido a la aplicación previa de las tarifas. Se aprobó un ajuste gradual y escalonado de las tarifas a partir de mayo de 2024, culminando con el nuevo aumento del 6% que entró en vigencia en agosto.
El cálculo de las nuevas tarifas se realizó considerando el costo de la electricidad en el mercado mayorista y los costos de transporte, además de mantener el esquema de subsidios vigente para los usuarios residenciales.