El arzobispo de Mendoza instituye el Orden de las Viudas Consagradas
Mons. Marcelo Colombo destacó que esa vocación es "ícono de la ternura de Dios; modelo de fe y de gozosa esperanza, orante y fruto y expresión de la Iglesia, entendida como una familia".
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, instituyó en esta jurisdicción eclesiástica el Orden de las viudas consagradas (Ordo viduarum). Fue mediante una carta pastoral dada a conocer el sábado 29 de junio, solemnidad de los santos Pedro y Pablo, y en memoria de santa Emma de Gurk, viuda. La presentación de esta vocación en la Iglesia mendocina se enmarca en la celebración de los 90 años de su creación como diócesis, y en las vivencias del Año Jubilar, vocacional y misionero que está viviendo la Iglesia local. En su carta pastoral, el arzobispo mendocino hace un recorrido sobre las menciones de la viudez en la Sagrada Escritura, en los Padres de la Iglesia y en el Magisterio,sobre todo en en los documentos publicados por el papa Pío XII, el Concilio Vaticano II y los pontífices san Pablo VI, san Juan Pablo II y Francisco. "Animado por toda la reflexión precedente y después de un tiempo prudencial de discernimiento especial, llevado adelante junto a diversos colaboradores, teniendo en cuenta las experiencias de otras Iglesias particulares, deseo -a través de esta carta- instituir, en nuestra arquidiócesis de Mendoza, el Orden de viudas consagradas", explica.
"El Orden de viudas, presente en la Iglesia desde antes de que nacieran otras formas de consagración, se integra con mujeres que se reconocen en la misma opción y se consagran a Dios en manos del obispo diocesano, figura de Cristo Esposo, expresando un vínculo pleno y directo con Cristo en la Iglesia diocesana. La consagración de la viuda es una celebración nupcial. La viuda consagrada vive así un verdadero matrimonio espiritual con Cristo en la Iglesia", profundiza. El arzobispo de Mendoza destaca que "la experiencia de la muerte del cónyuge, vivida como una prueba en la fe, puede dar lugar, en la vida de la viuda, a reconocer una llamada del Señor a pertenecerle incondicionalmente y sin reservas". "Así, en la Iglesia están aquellas viudas que, libremente, de forma definitiva, hacen el propósito de castidad perpetua; con un rito litúrgico son consagradas por el obispo diocesano, luego del adecuado discernimiento y una cuidadosa formación específica, para adherirse a una forma de vida en la que viven más profundamente su consagración bautismal, su confirmación, así como la vocación conyugal, como "participación en el misterio de la unidad y del amor fecundo entre Cristo y la Iglesia", agrega.
"Como consecuencia, las viudas testimonian esta consagración, haciéndose disponibles a las necesidades de su Iglesia particular y la comunidad parroquial de pertenencia, a través de su servicio de oración y caridad, en un camino de comunión, participación y misión con toda la Iglesia, bajo la guía del obispo", señala.
El arzobispo de Mendoza presenta también cuál es el perfil espiritual de la viuda consagrada: son "signo de un amor más fuerte que la muerte; ícono de la ternura de Dios; modelo de fe y de gozosa esperanza, orante, y fruto y expresión de la Iglesia, entendida como una familia".
Mons. Colombo nombró delegado episcopal para el Orden de las viudas consagradas al presbítero Horacio Day, párroco de San Vicente Ferrer y vicario judicial adjunto; y le confió la tarea de conformar un equipo que lo asista en la animación y discernimiento vocacional, y la formación inicial y permanente de las viudas consagradas.
También le encargó la preparación de un Estatuto del Orden de las viudas consagradas en Mendoza y un Reglamento que lo complemente, con las normas sobre la formación y el modo de incorporación de las aspirantes a la vida consagrada en esta Iglesia particular".
Monseñor Colombo, en su carta, anima al padre Day a trabajar en comunión con otros espacios arquidiocesanos que contribuyan con su aporte al desarrollo y extensión de esta forma de vida, entre los cuales se destacan el Secretariado de Espiritualidad, los diversos centros de formación, la Pastoral Vocacional y la Pastoral Familiar.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión