El IA�100B Malvina: cómo se construye el avión Made in Argentina
Flamante proyecto de la fábrica estatal FAdeA. Estará en funcionamiento en 2023, destinado al entrenamiento de pilotos militares. Es el primer desarrollo de aviación nacional para Defensa en 30 años, luego de lo que fue el Pampa.
Después de casi 30 años, la Argentina producirá un nuevo avión propio para entrenamiento de la Fuerza Aérea. El IA-100B Malvina fue presentado en abril en el marco de la Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE), en Santiago de Chile. Además del aporte al desarrollo productivo y del ahorro de costos (y dólares) que significa producir una aeronave en nuestro país, el proyecto pone en valor a su creadora: la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA), que tras años de vaciamiento en los �"90 resurgió con aeronaves para pilotos militares, y con alianzas junto a grandes empresas internacionales como Embraer y Eithad Airways para la fabricación de autopartes. A continuación, una historia Made in Argentina.
De las unidades de negocios que tienen mayor importancia para la empresa con sede central en la provincia de Córdoba, dos son las más importantes: Mantenimiento y Modernización. «Mantenemos aviones de la Fuerza Aérea, pero también tenemos mantenimiento comercial, que es fundamental para que esa unidad de negocios sea sustentable y no tengamos capacidad ociosa», remarca a Tiempo Mirta Iriondo, presidenta de la firma, y agrega: «FAdeA a lo largo de su historia ha tenido siempre buenos proyectos de desarrollo de aviones, de producción en series pequeñas. Aviones como el Pucará, que hoy sigue vigente, o el último que fue el Pampa. Y ahora también el IA 100 Malvina que el año que viene ya la línea de producción estará a full».
Según consta en su presentación, el IA-100B Malvina es un avión entrenador primario, concebido para el uso militar, a diferencia del Pampa que estuvo destinado al entrenamiento avanzado. «El IA 100 tiene un motor a pistón, más económico, comercial, con una biónica también comercial, que sirve para hacer sus primeros entrenamientos a los futuros pilotos de Fuerza Aérea. Mientras que el Pampa es un avión monomotor, turbo, de entrenamiento avanzado. Luego del Pampa, los pilotos ya saltan a lo que sería un avión caza», diferenció Iriondo.
Dos de los puntos más fuertes del IA-100B Malvina son su confiabilidad y su bajo costo, que lo colocan como una de las opciones más competitivas en el mercado mundial. «Vamos viendo cuáles son las fuerzas armadas que en los próximos años van a tener la necesidad de cambiar sus aviones de entrenamiento primario. El IA-100B Malvina es de bajo costo, cuesta alrededor de un millón de dólares», destaca Iriondo.
En este sentido, lo comparó con el avión de entrenamiento Grob, de origen alemán. En 2014, la Fuerza Aérea Argentina adquirió 10 aeronaves Grob 120 TP de entrenamiento primario, con un contrato inicial de 19,5 millones de euros: cerca de dos millones de euros cada unidad. Las diferencias en el costo, comparado con el nuevo avión argentino, están a la vista, en un contexto donde será fundamental importar solo lo indispensable y maximizar la exportación.