Un monumento en la Avenida Costanera Sur y también una calle de Buenos Aires lo recuerdan. No así la localidad de Viale (Entre Ríos) fundada en 1906 recuerda a un antiguo propietario de esas tierras, don Victoriano Viale.
Si bien don Luis Viale nacido en Génova fue famoso por motivos bien distintos, uno por ser el fundador del Hospital Italiano de Buenos Aires y también por su heroica participación y muerte en el naufragio del vapor �SAmérica⬝.
Descendía de una muy distinguida familia italiana de la que su hermano Bartolomé se había establecido en Corrientes como comerciante, casado con la correntina Candelaria Montiel de una antigua familia correntina.
De regreso de visitar a Bartolomé, pasó por San Nicolás de los Arroyos, que el General Urquiza había hecho trascender en la historia hacía muy poco tiempo con el famoso Acuerdo, le gustó el sitio y se estableció con una casa comercial, donde asociado con su hermano Bartolomé, rápidamente prosperó. Tanto fue así que pusieron sucursales en Paraguay, Corrientes y en la Ciudad de Buenos Aires. Bartolomé fallecería poco tiempo después, quedando Luis y sus sobrinos con todo el negocio desde 1867.
En San Nicolás fundó la Sociedad de Socorros mutuos de la Colectividad Italiana.
Establecido luego en Buenos Aires, reunía en su casa a los que serían los fundadores del Hospital Italiano del Río de la Plata y fue también uno de los iniciadores del Banco de Italia y Río de la Plata el 1º de agosto de 1872, hasta su cierre definitivo luego de 112 años de actuación en 1984. Luis Viale no pudo ser el primer presidente de la institución si la mala fortuna no hubiese determinado que moriría en el naufragio del vapor �SAmérica⬝, en 1871 en el Río de la Plata en ese verdadero palacio flotante.
Había viajado a Montevideo interesado por la salud de su sobrino Aurelio a quien el médico Dr. Pedro Díaz de Vivar indicara baños de mar. Luis Viale se iba a embarcar en el �SVilla del Salto⬝, pero al momento de retirar el pasaje se encontró con el Dr. Ignacio Gómez, amigos personales de Viale, habían tomado los pasajes en el �SAmérica⬝, lo que entusiasmó a este para viajar juntos con sus amigos, sin saber que encontraría la muerte en aguas del Río de la Plata.
Ya a bordo del �SAmérica⬝ compartía con sus amigos de las comodidades que este y los 200 pasajeros del buque. El �SAmérica⬝ había sido construido en los Astilleros Mc Kay de Aldrey, Boston, con ruedas de paletas, similar a los que recorrían el Mississipi en Estados Unidos y era su capitán Bartolomé Bossi, experto en navegación fluvial e iba acompañado por el �SVilla del Salto⬝ fletado en esa ocasión debido a la gran demanda de pasajes que había tenido ese viaje y ambas naves habían partido del puerto de Buenos Aires el América a las 18 h de ese sábado en la tarde calurosa del 23 de diciembre de 1871.
Algunos pasajeros habían embarcado con la intención de pasar las fiestas de fin de año en Montevideo, aunque muchos de ellos eran familias de cierta fortuna escapando de la epidemia de fiebre amarilla que ese verano se había posesionado de Buenos Aires, traída por los soldados desmovilizados del frente de la Guerra del Paraguay.
Esa noche hubo baile a bordo y cuando todos se retiraron a descansar, el capitán decidió alcanzar al �SVilla del Salto⬝ para ganar una apuesta sobre quien llegaría primero a Montevideo. Ordenó darle máxima presión a las calderas, pero estas no pudieron soportar una presión superior a sus propios límites y eso le fue advertido por los encargados de las calderas y un pasajero experto en maquinarias a vapor, pero Bossi desoyó tales recomendaciones basado en su propia experiencia y sin embargo estallaron provocando un feroz incendio que rápidamente se propagó a toda la nave.
El América estaba construido en gran parte de madera de pino, altamente combustible.
En medio de escenas de pánico el vapor comenzó a hundirse y mientras tripulación y pasajeros luchaban por un lugar en alguno de los dos únicos botes que había, aunque estos ya habían tomado fuego también. Muchos se arrojaron al agua con salvavidas (entre ellos el capitán y los tripulantes).
Luis Viale, que ya tenía puesto el suyo, se arrojó al agua y se encontró en medio del oleaje con sus amigos Augusto Marcó del Pont y su señora Carmen Pinedo sin salvavidas, porque el sector de su camarote donde estaban los salvavidas, ya estaba ardiendo. Sin dudarlo le ofreció a esta su salvavidas diciéndole �SUsted es joven y tiene otra vida que salvar⬝. Pocos minutos después el marido de Carmen y su salvador desaparecieron entre las olas.
Y aunque el barco �SVilla del Salto⬝ retrocedió y logró rescatar 70 sobrevivientes, entre ellos a Carmen Marcó del Pont. Entre los bisnietos de esa beba que gracias a Luis Viale pudo nacer, se encuentra Horacio Rodríguez Larreta, actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Perecieron ahogados 121 personas entre pasajeros y tripulantes y otras quemadas en un suceso que causó gran consternación en Buenos Aires y en Montevideo.
El capitán Bartolomé Bossi fue arrestado pocos días después.
En 1928 un grupo de residentes italianos reunió fondos para levantar una estatua a don Luis Viale, símbolo del heroísmo y solidaridad y hoy se la puede ver en la Costanera Sur, mirando al río que se lo llevó.