El Papa interviene a Cáritas Internacional por su caótica gestión
Un comisario extraordinario revisará sus estatutos para mejorar «la funcionalidad y eficacia» de esta organización.
El Papa ha comisariado Cáritas Internacional, el ente que centraliza las Caritas de las conferencias episcopales de todo el mundo. Francisco ha encomendado a un exconsultor estratégico la reforma de sus estatutos para impulsar su «funcionalidad y eficacia», «servir mejor a sus organizaciones alrededor del mundo» y preparar una asamblea general en mayo -ya prevista- en la que se renovarán los cargos ejecutivos.
La medida se ha tomado tras «una evaluación relativa al ambiente de trabajo» en las oficinas centrales de Cáritas Internacional, «en consonancia con los valores católicos de dignidad humana y respeto por cada persona». La decisión del Papa se refiere al organismo central y no a las sedes locales.
Cáritas Internacional es una confederación de 162 organizaciones de ayuda humanitaria, desarrollo y servicio social que trabaja en más de 200 países y territorios. Fuentes del Vaticano señalan a ABC que «la enorme fuerza y potencialidad de esta organización contrasta con sus dificultades para lanzar proyectos y obtener resultados». «Hace falta un relanzamiento, y mejorar la coordinación», apunta la misma fuente.
En la práctica, el Papa ha suspendido a todos los altos cargos de esta institución, incluido el presidente, el cardenal Luis Antonio Tagle, a pesar de que ejerce un papel solo representativo. Cáritas Internacional queda ahora en manos de un comisario extraordinario, el italiano Pier Francesco Pinelli, a quien ayudará la española Amparo Alonso, muy apreciada internamente en su papel desde 2020 de directora de «Incidencia y campañas» en esta institución.
El Vaticano ha explicado que la misión de Cáritas Internacional es «asistir al Sumo Pontífice y a los obispos en el ejercicio de su ministerio con los más pobres y necesitados, participando en la gestión de las emergencias humanitarias y colaborando en la difusión de la caridad y la justicia en el mundo a la luz del Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia Católica. Para mejorar el cumplimiento de esta misión, parece necesario revisar el actual marco reglamentario para hacerlo más adecuado a las funciones estatutarias de la organización», añade.
«Es de vital importancia que Cáritas Internacional esté bien preparada para afrontar sus desafíos,» explica el prefecto del dicasterio para el Desarrollo humano integral, el cardenal Michael Czerny.
Los estatutos de Cáritas fueron ya renovados en 2012 por Benedicto XVI y de nuevo en 2020 por el Papa Francisco. Esta tercera revisión probablemente sea motivada a la luz de la reforma de la curia vaticana que entró en vigor en junio. Pero no es el único motivo.
Problemas en el ambiente de trabajo
El dicasterio para el Desarrollo humano integral, del que depende Cáritas, ha revelado en una nota que «a principios de este año encargó una evaluación relativa al ambiente de trabajo» en las oficinas centrales de Caritas Internationalis, «en consonancia con los valores católicos de dignidad humana y respeto por cada persona». La encomendó al ahora comisario extraordinario, que fue asistido por dos psicólogos.
El dicasterio explica que se reunieron tanto con empleados actuales como con antiguos colaboradores y que «no surgieron evidencias sobre mala gestión financiera ni comportamientos inapropiados de carácter sexual, pero sí se evidenciaron otros temas importantes y áreas de atención urgente. Se observaron deficiencias en los procedimientos de gestión, que también tuvieron un efecto negativo en el espíritu de equipo y la moral del personal.
«Teniendo en cuenta los resultados de la evaluación y con la idea de contribuir a que Caritas Internationalis llegue a un estándar acorde con la naturaleza de su misión, el dicasterio continuará ejerciendo su ��competencia�" en favor de este organismo, apoyando la resolución de los temas esclarecidos en la evaluación», se añade en un comunicado publicado por el dicasterio. El nuevo comisario es la persona adecuada, pues conoce a la perfección los problemas que han originado la medida, y lleva años colaborando directa e indirectamente con el dicasterio, lo que significa que es un hombre de confianza de su prefecto, el cardenal Czerny.
(ABCes)