El pueblo empieza a despertar
La puesta en marcha de una nueva Primavera Negra de la represión, centrada en los artistas que el año pasado se atrevieron a enfrentarse al castrismo de una forma tan pacífica como atrevida, acudiendo a la imaginación y con la bandera de la libertad en sus manos. El Movimiento San Isidro y el grupo del 27 de Noviembre, nacido tras el plantón de artistas e intelectuales ante el Ministerio de Cultura, parecían enemigos pequeños ante el Estado todopoderoso que marca el destino de sus gentes.
Pero el G-2 se lo tomó muy en serio desde el primer día, por lo que comenzó un hostigamiento periódico que se ha redoblado en las últimas semanas y que ya mantiene en las cárceles a artistas, cantantes y youtubers. El llamado casi desesperado del sucesor de Raúl Castro, que parte de la disidencia interpretó como una amenaza de guerra civil, confirmó el guion del G-2.
En 2002 con la Primavera Negra puesta en marcha por Fidel Castro para retomar la iniciativa política, fueron 75 los presos de conciencia. Hoy rondan los 42 desde marzo tras un mes de junio con 11 detenciones en el que no ha frenado la persecución. Actualmente, según los datos aportados por la organización Prisoners Defenders (PD), Cuba mantiene encerradas en sus atestadas cárceles a 152 presos políticos.
La pandemia ha sacudido con fuerza los cimientos socioeconómicos de un país con un sistema que no funciona, incapaz de satisfacer demandas y sueños de sus habitantes, lo que unido al bloqueo y las sanciones promulgadas en tiempos de Donald Trump han elevado la temperatura a límites vividos anteriormente y solucionados con habilidad por Fidel Castro. Desabastecimiento, comida a precios prohibitivos, colas imposibles y apagones eléctricos son solo parte del calvario cotidiano que sufren los cubanos para sobrevivir, a lo que se ha añadido la peor ola de la pandemia en los últimos días.
�SYa estoy en la calle, ¡patria y vida! El pueblo está en las calles gritando libertad⬝, clamó en Facebook la artista Carolina Barrero, perseguida por leer poemas o por dibujar un pijama llenos de estrellas para José Martí, el libertador cubano.
La extensión de Internet ha conseguido lo que parecía imposible, confirmando porqué el gobierno cubano lo introdujo a regañadientes. Por eso Yoandi Montiel, conocido como El Gato de Cuba, youtuber más seguido en toda la isla, permanece recluido en Villa Marista. Sus chistes sobre la triste realidad cubana hacían más daño que las arengas de muchos políticos.