El Senador Kuider propuso a Juan Carlos Chagas para CTM
El senador Edgardo Kueider ha sido una figura muy controvertida y polarizadora en el último tiempo de la política entrerriana, pasando de ser un senador más a alguien con convicciones y astucia para lograr objetivos que muchos abandonaron “por Imposibles”.
Su compromiso inquebrantable con la causa de abaratar la energía para la provincia ha sido innegable. Sin embargo, su reciente propuesta ha generado desconcierto y críticas, cuestionando su visión y capacidad para impulsar un cambio real y duradero.
En un contexto donde la energía más barata para Entre Ríos se percibe como una necesidad imperiosa, Kueider ha logrado avances significativos, al menos en términos financieros. Los fondos correspondientes a Salto Grande han aumentado, lo cual es un paso más que positivo para toda la zona. No obstante, su estrategia política ha comenzado a mostrar señales de anacronismo y falta de renovación.
Resulta extraño y decepcionante que el Senador Nacional, conocido por su audacia y determinación, no mire hacia adelante y busque incluir a jóvenes talentosos en sus decisiones. Kueider ha optado por proponer a Juan Carlos Chagas, un veterano de la política peronista, para ocupar una de las vacantes en la Delegación Argentina de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande. Esta decisión ha sido recibida con escepticismo y descontento, no solo porque Chagas ya tuvo su oportunidad propuesto por Sergio Urribarri, sino porque simboliza un regreso a las mismas caras y personajes que muchos ciudadanos desean dejar atrás.
La propuesta a Chagas contrasta con la necesidad de renovación y cambio que la sociedad demanda. La insistencia en recurrir a exfuncionarios políticos como Juan Carlos Chagas no hace más que perpetuar un ciclo viciado que ha dejado a la gente de Entre Ríos deseando un liderazgo fresco y comprometido con las nuevas generaciones. Los ciudadanos están cansados de los mismos nombres y rostros, que evocan un pasado del que se quieren distanciar.
Por otro lado, la situación actual de la Delegación Argentina de Salto Grande es igualmente problemática. Alejandro Carlos Daneri, exfuncionario del gobierno de Mauricio Macri y cuñado del gobernador Rogelio Frigerio, preside la delegación en medio de controversias sobre su falta de vínculo con la provincia. La presidencia de Daneri, un diplomático de carrera, fue cuestionada desde su inicio, y ahora se suman las renuncias en trámite de Héctor Maya y Juan Domingo Orabona, que desde el 11 de diciembre presentaron a las nuevas autoridades.
El contexto político y la gestión de la energía en Entre Ríos requieren un cambio radical y auténtico. La propuesta de Kueider, basada en la continuidad de figuras del pasado, no solo es insuficiente sino contraproducente. La gente de Entre Ríos merece y exige una representación que refleje sus anhelos de progreso, transparencia y renovación.
Es hora de que el senador Kueider incluya a jóvenes líderes, innovadores y comprometidos con el futuro de la provincia. Solo así podrá mantenerse fiel a su promesa de lograr lo que nadie ha conseguido: una Entre Ríos con energía más barata y funcionarios que inspiren confianza y esperanza en las próximas generaciones.
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