Estados Unidos sancionará a los bancos que apoyen a Rusia en la guerra con Ucrania
La administración estadounidense confía en el efecto disuasorio del anuncio, que ocurre en medio de difíciles negociaciones en el Congreso para aprobar un nuevo paquete de ayuda financiera para Kiev.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó un decreto que permitirá imponer sanciones a bancos extranjeros que apoyen los esfuerzos bélicos de Rusia en Ucrania, informó la Casa Blanca, en la misma jornada en que Moscú no descartó romper relaciones diplomáticas con Washington.
La medida autorizaría a Estados Unidos a emitir “sanciones secundarias” contra instituciones financieras que apoyen la industria de defensa rusa, según el gobierno.
Se trata de “reforzar aún más el control sobre la máquina de guerra rusa y sobre quienes la hacen funcionar”, comentó el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, en un comunicado.
“Estamos enviando un mensaje inequívoco: cualquiera que apoye el esfuerzo bélico ilegal de Rusia corre el riesgo de perder el acceso al sistema financiero estadounidense”, agregó.
“Nuestras sanciones y restricciones han tenido impactos significativos sobre la capacidad de Rusia de remplazar los equipos, los materiales y la tecnología que necesita para alimentar su agresión (a Ucrania). Han debilitado la resistencia rusa”, aseguró Sullivan, citado por la agencia de noticias AFP.
Washington pretende debilitar los mecanismos establecidos por Rusia para eludir las sanciones y embargos acumulados por Occidente desde la invasión a Ucrania.
Principal aliado de Kiev, Estados Unidos confía en el efecto disuasorio del anuncio, que ocurre en medio de difíciles negociaciones en el Congreso para aprobar un nuevo paquete de ayuda financiera para Kiev.
“Lo que queremos es apuntar a los materiales que Rusia necesita para producir armas. Para obtener estos materiales, los rusos deben pasar por el sistema financiero, lo que los convierte en un potencial punto crítico, y esta herramienta apunta a ese punto crítico”, dijo a la prensa a un alto funcionario de la Casa Blanca que solicitó el anonimato.
Los bancos tienen “la opción de continuar vendiendo una cantidad modesta de bienes a la industria militar rusa, o estar conectados con el sistema financiero de Estados Unidos. Elegirán estar conectados al sistema financiero del país”, reforzó.
Indicó que la mayor parte de los bancos europeos y estadounidenses, ya han dejado de financiar actividades en Rusia, pero Washington cuenta con su apoyo para presionar a bancos de otros países que siguen operando en el país.
Washington pretende debilitar los mecanismos establecidos por Rusia para eludir las sanciones y embargos acumulados por Occidente desde la invasión a Ucrania.
El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, afirmó a su vez que los principales bancos de países como China, Turquía y Emiratos Árabes Unidos hicieron esfuerzos para evitar entrar en conflicto con las sanciones estadounidenses, y que las nuevas medidas apuntarían a instituciones más pequeñas.
Rusia creó empresas fachada para ocultar compras a través de terceros países, denunció Adeyemo en entrevista con CNBC.
“No recurren a grandes empresas sino a pequeñas empresas para obtener cosas como microelectrónica, máquinas herramienta y piezas de motores. Pero todas estas empresas todavía tienen que utilizar el sistema financiero”, apuntó.
Estados Unidos aspira a ampliar sus medidas de embargo contra Rusia a productos fabricados a partir de materias primas rusas, en especial diamantes y productos del mar, aunque hayan sido transformados y exportados por terceros países.
Desde la invasión a Ucrania en febrero de 2022, los países occidentales han adoptado numerosas medidas de congelación de activos contra entidades, personas o empresas rusas. También multiplicaron las prohibiciones de importar materias primas o mercancías, con el objetivo de frenar la maquinaria de guerra y debilitar la economía.
Según Washington, Rusia ha desarrollado una cooperación militar con Irán, que le suministra drones, y con Corea del Norte.
Pero casi dos años después del comienzo de la guerra, la economía rusa parece ofrecer resistencia.
Moscú continúa vendiendo hidrocarburos, sobre todo a China y a India, y, según los expertos, ha encontrado mecanismos para eludir medidas como el límite al precio de venta de su petróleo impuesto por Occidente.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento de poco más de 2% para la economía rusa este año, y 1% para el próximo año.
El próximo gran paso en la acción financiera contra Moscú, para Estados Unidos y sus aliados, podría ser confiscar los fondos rusos depositados en bancos occidentales, ya congelados, para financiar a Ucrania.
También, las autoridades rusas no descartaron romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos si finalmente utilizan los fondos que le han sido congelados, como parte de las sanciones, para financiar la reconstrucción de Ucrania.
“Las relaciones diplomáticas en sí mismas, por supuesto, no son una especie de tótem que deba ser adorado”, ha dicho el viceministro de Asuntos Exteriores Sergei Riabkov, quien ha citado como “desencadenante” de una posible ruptura la “confiscación de activos”, o “una mayor escalada militar”. “Sólo digo para que quede claro, que estamos preparados para cualquier escenario. Estados Unidos no debería hacerse la ilusión de que Rusia se está aferrando con ambas manos a las relaciones diplomáticas con ese país”, que “están en coma”, dijo Riabkov en una entrevista para la agencia de noticias Interfax.