Google decide poner fin al desvío de impuestos a paraísos fiscales a través de Irlanda y Países Bajos
La multinacional ha informado que pondrá fin a esta práctica a lo largo de 2020
Nuevos cambios importantes en Google después de que hace un mes aterrizara su nuevo CEO, Sundar Pichai, a Alphabet, su matriz. Esta ha decidido poner fin a su técnica de desviar impuestos a paraísos fiscales a través de Irlanda y Países Bajos, una maniobra que está avalada por los tribunales europeos. En concreto, la multinacional tecnológica se favorecía de la técnica «Double Irish, Dutch sandwich» (doble irlandés y bocadillo holandés), con la que se aprovechaba la laxitud de estos dos países a la hora de cobrar impuestos desviando sus beneficios en concepto de propiedad intelectual y así evitar pagarlos en el país donde se origina. Además, estos beneficios luego eran remitidos a paraísos fiscales como Bermudas.
Según adelanta Reuters, Google explica que «Estamos simplificando nuestra estructura corporativa y haremos las licencias de propiedad intelectual desde EE.UU., no desde Bermudas», dijo un portavoz de la compañía. La multinacional precisa también que a pesar de que «todavía no hay una fecha decidida, esperamos implementarlo a lo largo de 2020».
La maniobra de ingenería fiscal del «doble irlandés» consiste en crear dos empresas, una con sede en Irlanda y otra en un paraíso fiscal. De esta manera, los beneficios por propiedad intelectual se remiten a la filial irlandesa, primero, para luego redirigirlo a Bermudas, un paraíso fiscal que no cuenta con impuesto de sociedades. Pero eso no es todo. Además, para continuar pagando menos impuestos se utilizaba la técnica del «bocadillo holandés». Esta se refiere a la creación de otra empresa en Países Bajos que registra la actividad de la filial irlandesa y redirigirla a Bermudas y así reducir aún más los impuestos. Tal y como explica la información de Reuters, Google pudo enviar 24.500 millones de euros a Bermudas desde Países Bajos en 2018. Google no es la única compañía que se ha ido beneficiando de esta práctica. Otros gigantes tecnológicos y farmacéuticos la han estado realizando con el fin de pagar menos impuestos. Un hecho que ha suscitado polémica en gran parte de los países de Europa, donde algunos como España pretenden imponer la llamada «tasa Google». Un impuesto que Francia ya lo implantó recientemente.
La nueva decisión de Google coincide con que para el fin de 2020 las empresas que ya estaban instaladas en Irlanda, y que podían beneficiarse de esta técnica, tenían que amoldarse a la reforma fiscal que el país irlandés realizó en 2015. Además, en EE.UU., Donald Trump, para mejorar la actividad económica en el país, decidió bajar los impuestos a las grandes empresas y subirlos en los beneficios que las compañías obtenían fuera.
ABC