Haimovich
Haimovich celebra su 80º Aniversario, posicionada entre las principales concesionarias de automóviles de la región. En manos de la tercera generación, esta empresa de familia, forma parte de la red de concesionarios oficiales de compañías líderes como Volkswagen y Toyota, comercializando vehículos y brindando servicios de posventa, orientada a la satisfacción y fidelización total de sus clientes.
Haimovich, una empresa de familia.
Haimovich es una historia familiar, es la historia de la familia Haimovich y la familia Reiss. La familia Haimovich llegó a finales del siglo XIX a Entre Ríos con la colonización judía, luego de probar varios destinos se radicaron en Sauce de Luna, un pueblo del centro norte de la provincia de Entre Ríos.
La familia Reiss llego de Polonia, hoy Ucrania, entre los años 1930 y 1938. Vinieron en etapas, escapando de la crisis económica y el antisemitismo. En 1930, arribaron Jacobo Reiss y Osías, el mayor de los 5 hijos de 17 años y se radicaron en Sauce de Luna, donde tenían algunos conocidos.
Dos años más tarde, en 1932, llegaría León Reiss de 15 años de edad. León llegó al puerto de Buenos Aires en el barco �SEubee⬝, que zarpo del puerto de Havre, Francia. Allí, lo esperaba un enviado de su padre, quien lo subió a un tren con destino a la ciudad de Santa Fe, donde lo esperaba su hermano mayor, para seguir viaje y reencontrarse con su padre Jacobo. Tuvieron que pasar 6 años más para que la familia Reiss se pudiera reencontrar. En marzo de 1938 unos meses antes de que Polonia fuera invadida por la Alemania Nazi, arriban al puerto de Buenos Aires Wella, esposa de Jacobo y madre de León y Osías, con sus 3 hijos menores: Enrique, Sara y Ana.
Por su parte, en el año 1942, cinco hermanos Haimovich, crean la empresa �SHaimovich Hermanos Sociedad Comercial Colectiva⬝ que se dedicaba a venta de ramos generales y frutos del país. En esa época eran los almacenes de los pueblos los que proveían a sus habitantes y vecinos rurales alimentos, vestimenta, elementos de higiene, maquinaria, insumos, etc. Y a su vez los habitantes del pueblo y alrededores traían su producción (huevos, gallinas, lanas, cueros, cereales, etc.) para que sea vendida en el almacén.
En el año 1944 León Reiss y Dora Haimovich, la menor de 13 hermanos Haimovich se casan y León entra como socio a la firma.
Desde sus inicios Haimovich conformó una relación de cercanía y respeto con sus clientes, valores que se transmitieron a lo largo ya de 3 generaciones, que entendieron que no hay éxito posible sin cumplir con estos valores. Esto contaba Armando, hijo de León y Dora, quien desde niño acompañaba a su padre en el negocio familiar: �SAlgo notable de aquella época, era que se llevaba una libreta, donde se anotaba lo que las familias retiraban y todo lo que traían durante el año y a fin de año se hacían las cuentas. La importancia de esto, nos demuestra lo que significa un país sin inflación, un país donde la palabra vale mucho, donde los valores morales son muy altos⬝.
Cuando termina la segunda guerra mundial, el campo entra en una especie de pérdida de valor de lo que se producía y se produce una disminución de la actividad rural, que junto al crecimiento de la actividad industrial produce una migración del campo a la ciudad. En este contexto, las familias Haimovich y Reiss deciden mudarse a la ciudad de Paraná y continuar con la empresa allí, dedicándose a la venta de implementos y repuestos de maquinarias agrícolas, camiones y vehículos.
La empresa en esos años estaba liderada por uno de los hermanos Haimovich, David, él era un líder, innovador y emprendedor, era quien llevaba adelante la familia y quien logró obtener la concesión de la empresa americana �SInternational Harvester Company⬝, una empresa fabricante de maquinaria agrícola, equipos de construcción, vehículos, camiones comerciales, y de productos para el hogar y el comercio.
International Harvester fue la primera empresa que construyó una imagen corporativa de concesionarios, en un principio fueron 15 concesionarios en el país con la misma edificación y Haimovich era uno de esos. Haimovich International Harvester inauguró la concesionaria en el año 1955, en la misma esquina donde hoy funciona la concesionaria Volkswagen en Paraná.
En aquella época, los camiones llegaban desarmados y se armaban en la concesionaria, entre los mecánicos, algunos de los socios de la empresa y los que habían comprado los camiones, todos participaban en el armado de los mismos. En el año 1956 Haimovich suma la comercialización de los camiones Mc Cormick Deering Internacional, los mismos eran ensamblados en el concesionario, lo que transformaba a la firma en lo que hoy sería una pequeña fábrica. Luego se toma la concesión de Industrias Mecánicas del Estado (I.M.E.) que producía el famoso Rastrojero, la motocicleta Puma, el tractor Pampa y el auto Graciela, íconos de la industria nacional de aquel entonces que se suman a la gama de productos que ofrecía Haimovich. Y se incorporan dos socios a la firma, la familia Lisarraga y Galarraga, eran los panaderos de Sauce de Luna.
�SIbamos a Córdoba a buscar los rastrojeros, los traíamos marchando, siempre íbamos de a 4 personas, para poder traer 4 rastrojeros, con 4 motos Puma arriba de cada rastrojero. Había que venir a 60 km por hora para hacer el asentamiento del vehículo y llegar antes de las 12 de la noche para alcanzar la balsa que cruzaba el rio⬝, recordaba Armando quien participaba de vez en cuando de esas travesías en compañía de su padre.
Con el Plan de Promoción para la Radicación de la Industria Automotriz de 1960 se instalaron varias fábricas de marcas internacionales en la Argentina y Haimovich es nombrado Concesionario Oficial Chrysler Dodge. Destacados modelos de nuestra historia automotriz como los autos Valiant y Dodge Polara, la Pick Up D200 y los camiones DP600 se entregaban en el local de Haimovich de la calle Gualeguaychú e Yrigoyen en la ciudad de Paraná. En el año 1976, fallece León Reiss y su hijo Armando toma las riendas del negocio familiar, acompañado por su esposa y sostén Juana Alvarez Daneri.
Fue una época conflictiva societariamente, se empezaron a retirar algunos socios y a fines de la década del 1970, la familia Haimovich se había retirado de la sociedad, quedando como socios la familia Reiss y la Familia Galarraga. La situación política y económica de la Argentina era muy compleja. En 1978, Chrysler decide retirarse del país y ofrece dejar la fábrica a los concesionarios. �SCon un coraje tremendo los concesionarios de esa época tomamos la conducción de la terminal de Chrysler. Yo era muy joven, tenía 32 años, pero como estaba acostumbrado por mi profesión a viajar a Buenos Aires, me designaron para que representara a la firma ante la Comisión de Concesionarios. Fue así que compramos la fábrica de Chrysler en 1978 y en 1979 después de una ardua negociación los concesionarios le vendimos la fábrica a Volkswagen.⬝, recordaba Armando, protagonista de esta época.
En 1979 Volkswagen compra la fábrica de Chrsyler en Argentina y conserva la red de concesionarios que esa marca poseía, de esta manera Haimovich pasa a ser uno de los primeros concesionarios de la nueva red de Volkswagen en Argentina. Volkswagen sigue produciendo los productos que en aquel entonces comercializaba Chrysler y los renombra bajo el paraguas de marca Volkswagen, podemos citar como ejemplo el Dodge 1500 que pasa a denominarse VW1500; además suma sus productos exitosos en Europa y Brasil como el VW Escarabajo, el Furgón VW y posteriormente el VW Senda.
La década del 80 fue muy compleja, en ese momento Ford y Volkswagen se fusionan y crean Autolatina, de esta manera Haimovich incorpora la marca Ford a su gama de productos. Entre 1978 y 1982, los socios de entonces, obtuvieron las concesiones de Toyota y Mitsubishi, pero con la tremenda debacle de los primeros años de la década de los 80 se cancelaron dichas concesiones por el cierre de las importaciones. La sociedad se mantuvo sin cambios hasta que a mediados de la década de 1990, cuando se disuelve Autolatina y se crean 2 empresas, la familia Reiss se hizo cargo de la concesionaria Volkswagen y la familia Galarraga de la concesionaria Ford.
Armando Reiss, un emprendedor con visión, pensamiento estratégico, ética y pasión. En las décadas de 1990 y 2000, la Haimovich Hnos. y Cía. S.R.L, bajo el liderazgo de Armando Reiss, se consolidó logrando posicionarse como la cocesionaria líder en la provincia de Entre Ríos.
�SYo siempre tuve una mirada estratégica y en ese entonces notaba que nos faltaban pickups para vender, es así que incorporamos la marca Isuzu, y empecé a insistir para lograr la concesión de Toyota, marca que admiraba desde cuando habíamos sido concesionario entre el año 1978 y 1982. Primero nos presentamos en el año 98 y no fuimos aceptados, luego nos volvimos a presentar en el año 2002 en plena crisis, todos me decían que estaba loco y en septiembre del 2003, inauguramos la concesionaria Haimovich Toyota en Paraná.⬝ Ahí vinieron los años de expansión, ya con la participación de Ramiro, uno de los hijos de Armando y la incorporación de sus hijas Lorena, Maira y Lucia y sus yernos Facundo y Christian a la empresa.
Con el histórico lanzamiento de la Pick Up Hilux del año 2005 Toyota logra posicionar un nuevo concepto en Pick Ups y se transforma en la marca líder del segmento desde el 2006 a la fecha.
En el año 2008 Haimovich suma una nueva sucursal integral de Toyota en la ciudad de Concordia para generar una mayor cercanía con el mercado de la costa del Uruguay.
En 2009 se construyó una nueva Concesionaria Integral Volkswagen en Paraná, diseñada según los lineamientos Masterplan definidos por Volkswagen Alemania.
En el año 2016 Haimovich inaugura una nueva Concesionaria Integral Volkswagen sobre la autovía RN14, en el ingreso de la ciudad de Concepción del Uruguay, cumpliendo con el objetivo es brindar un mejor servicio de atención a sus clientes de la costa del Uruguay.
Con sus cuatro hijos y dos yernos ocupando distintos roles en la empresa, la experiencia de haber atravesado distintas sociedades familiares y la visión estratégica que caracterizó siempre a la dirección de la empresa, llevaron a Armando y Juana a impulsar el desarrollar un protocolo familiar con el objetivo de garantizar la continuidad en el tiempo de la empresa, buscando adoptar pautas y normas que satisfagan razonablemente las necesidades e inquietudes legítimas de los miembros de la familia con las de la empresa.
El protocolo familiar se firmó, luego de 2 años de elaboración, el 24 de enero de 2014, su objetivo principal era lograr que la familia y la empresa se complementen de forma tal que, unidos por un lazo de afectividad, pertenencia, identidad, responsabilidad social y profesionalidad, se garantice la continuidad en el tiempo de la empresa.
En 2017 se inauguró la casa central de Toyota en Paraná, en el ingreso a la ciudad de Paraná, según dicen es una de las mejores concesionarias de Toyota del país, con 6700 m2 cubiertos y con un taller con la más moderna tecnología y equipamiento de última generación.
Actualmente Haimovich emplea a más de 220 personas que comparten el compromiso, profesionalismo y los valores de las generaciones fundadoras que forjaron a la firma Haimovich cómo un referente de la región del litoral y a quienes la empresa considera la clave de la superación constante.
La compañía está en constante movimiento, abordando desafíos y haciendo frente a las vicisitudes de los tiempos, con el compromiso de brindar los mejores productos y servicios, con la mejor experiencia de compra, en un entorno sustentable y de respeto del medioambiente. Cabe destacar que Haimovich fue una de las primeras empresas entrerrianas en asumir la responsabilidad de implementar y mantener un Sistema de Gestión de la Calidad y de Gestión Ambiental y de Salud y Seguridad Ocupacional y Calidad basados en la mejora continua y en normas internacionales, como ISO 14001 y ISO 9001.
Alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas Haimovich viene desarrollando una agenda de triple impacto, utilizando herramientas y sistemas de trabajo apropiados para desarrollar su negocio en armonía con el medio ambiente y enfocados en reducir el impacto ambiental de sus operaciones y disminuir las emisiones CO2 desarrollan una exigente política ambiental preservando recursos ambientales, respetando la diversidad y promoviendo oportunidades.
La tercera generación ha recibido un legado claro, todos repiten casi como un mantra transmitido de generación en generación:
�SNuestra filosofía es el respeto de la palabra, la confianza y el compromiso con los clientes. Nuestro abuelo le decía a papá: �Spara poder vender, tenemos que atender mejor al cliente, respetar la palabra, hacer valer el concepto ganar-ganar, en una operación comercial tiene que ganar el que vende y el que compra. Y eso nos lo repetía nuestro padre continuamente, tanto es así que creemos, quedó grabado a fuego, es parte de nuestro ADN, de nuestra cultura empresarial⬝. Desde la Dirección manifiestan que los avances alcanzados desde lo económico, social y ambiental generan una gran satisfacción, pero también nuevas oportunidades para seguir creciendo y aportando al desarrollo sustentable de la comunidad y la región. Los nuevos desafíos son un reto a la innovación, a la creatividad y a la experimentación de nuevas formas de producir y hacer negocios y apuestan a transitar el porvenir haciendo honor al legado recibido de las anteriores generaciones.