El viernes 21 de febrero, Sofía Funes de la comparsa Papelitos fue coronada como la soberana del Carnaval en una noche de celebración. 
Sin embargo, 72 horas después, la Comisión de Carnaval la citó de urgencia para pedirle la devolución de los atributos, alegando un error en los resultados.

Según los organizadores, Felicita Fouce de la comparsa Marí-Marí era la legítima ganadora, ya que, aunque el puntaje final resultó en un empate, Fouce se había impuesto en las siete noches de desfile. Lo sucedido generó indignación y desconcierto, no solo entre el público y los seguidores del Carnaval, sino también por las repercusiones psicológicas que este abrupto cambio puede tener en la joven que fue privada de su título. 
La incertidumbre, la exposición mediática y la humillación pública de recibir un galardón solo para que le sea arrebatado días después, evidencian la falta de criterio y planificación de los organizadores.

La situación ha despertado fuertes críticas sobre la transparencia del proceso y la seriedad de la Comisión de Carnaval, que ahora deberá enfrentar el repudio generalizado.

Mientras tanto, se espera una respuesta oficial sobre las medidas que se adoptarán para evitar que una situación de esta magnitud vuelva a repetirse.