Según información proporcionada por las autoridades aduaneras, durante una inspección de rutina antes de ingresar a Uruguay, se encontró que el conductor, de nacionalidad argentina, transportaba animales escondidos detrás del respaldo del asiento y en la rueda auxiliar del vehículo. Se estima que se trataba de aproximadamente 30 tortugas y 20 aves, presumiblemente destinadas para su comercialización, lo cual está prohibido según la normativa vigente.

Tráfico de fauna: una amenaza para la biodiversidad
El tráfico ilegal de fauna silvestre constituye una de las principales amenazas para la biodiversidad tanto en Argentina como en Uruguay. En estos países, aves y reptiles son las principales víctimas del contrabando, con varias especies al borde de la extinción debido a esta práctica. Entre las aves más traficadas se encuentran el cardenal, el loro hablador y el tucán, mientras que, entre los reptiles, las tortugas son las más comercializadas. Ambos países han lanzado campañas de concientización para desalentar la adquisición de animales silvestres como mascotas, con el objetivo de no incentivar esta red de crimen organizado que pone en peligro la diversidad biológica de la región.

Procedimiento y consecuencias legales
La Fiscalía de 2do. Turno fue informada del incidente y ordenó la incautación de los animales y del vehículo involucrado. Los animales fueron entregados al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, mientras que el conductor fue detenido y trasladado a las dependencias de Investigaciones de la policía de Salto para ser indagado.
Este caso pone de manifiesto la importancia de los controles fronterizos y la cooperación entre países para combatir el tráfico ilegal de fauna silvestre, una actividad que amenaza la riqueza natural de la región y pone en riesgo la supervivencia de numerosas especies.