Kim Jong-un, Putin y un encuentro que genera especulaciones mundiales
Los presidentes de Rusia y de Corea del Norte se reunirán en la ciudad rusa de Vladivostok. “Nuestros países cooperan en asuntos sensibles que no deben ser objeto de difusión pública y anuncios. Lo importante para nosotros es el interés de nuestros dos países y no las advertencias de Washington”, dijo el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov.
El líder norcoreano Kim Jong-un llegó este martes a Rusia en un tren blindado para reunirse con el presidente Vladimir Putin, un encuentro que despertó una ola de especulaciones sobre la posibilidad de que ambos países firmen un acuerdo armamentístico en plena guerra rusa con Ucrania.
Se espera que Kim se reúna con Putin en los próximos días en algún lugar del Extremo Oriente ruso. Después de una semana de especulaciones, ambos gobiernos confirmaron la reunión, pero no detallaron ni la fecha exacta ni el lugar.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo simplemente que la cumbre se celebrará esta semana y que tratará sobre asuntos “sensibles” para los dos países vecinos.
Kim salió el domingo de Pyongyang en su tren privado verde y dorado acompañado por una importante comitiva de oficiales militares, según las imágenes difundidas por la prensa oficial del primer viaje al extranjero del líder norcoreano desde 2019.
La primera vista de Kim Jong-un a Rusia tuvo lugar en abril de 2019 y también viajó en un tren blindado.
La agencia estatal rusa Ria Novosti confirmó que el convoy cruzó la frontera por el krai de Primorie, una división administrativa en la región de Lejano Oriente, donde debe producirse el encuentro, recogió la agencia de noticias AFP.
Después de una semana de especulaciones, ambos gobiernos confirmaron la reunión, pero no detallaron ni la fecha exacta ni el lugar, aunque luego trascendió en la prensa que el encuentro tuvo lugar en Vladivostok, donde Putin asiste a un foro económico.
Esas fuentes señalan que Moscú quiere proyectiles de artillería y misiles antitanque norcoreanos para su operación militar en Ucrania, a cambio de tecnología avanzada para satélites y submarinos nucleares y ayuda alimentaria para Pyongyang.
“Nuestros países cooperan en asuntos sensibles que no deben ser objeto de difusión pública y anuncios”, dijo Peskov a los medios rusos.
“Lo importante para nosotros es el interés de nuestros dos países y no las advertencias de Washington”, agregó.
En Pyongyang recibió una “calurosa despedida”, dijo la agencia estatal KCNA, con numerosos altos cargos reunidos en la estación, guardia de honor y una alfombra roja tendida hasta la entrada al tren blindado.
Según el diario surcoreano Chosun Ilbo, el convoy, muy pesado por el blindaje, circula a una velocidad de unos 60 kilómetros por hora y necesita 20 horas para recorrer los 1.200 kilómetros entre Pyongyang y Vladivostok.
Kim ha mostrado repetidamente su preferencia por el tren para viajes internacionales. En 2019, realizó un trayecto de 60 horas de ida y vuelta hasta Hanói para una cumbre con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En julio, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigú, visitó Pyongyang y asistió a un desfile y a una exposición de material militar.