Alli aseguró, que ha censado el 70% de los barrios más vulnerables, se ha revelado una realidad desgarradora que afecta a muchas familias de la región.
Arístides mencionó el caso de ocho familias en el barrio "Llamarada" que viven en condiciones de pobreza extrema. Estas familias se alimentan de basura, habitan en espacios insalubres y carecen de servicios básicos esenciales. "Este es el primer caso que abordamos de manera integral", explicó Arístides, describiendo situaciones en las que algunos hogares solo logran comer una vez al día, con hasta cinco personas viviendo en una sola habitación sin acceso a baño, agua potable ni atención médica. La pobreza en Concordia no solo se manifiesta en lo material, sino que también representa una profunda crisis de valores humanos. "Lo más preocupante es que la carencia de recursos ha provocado una pérdida de los valores humanos", señaló Arístides, subrayando la urgencia de restaurar estos valores como una prioridad municipal. El programa "Relevar" ha censado a más de 13,900 personas en Concordia, superando ampliamente las cifras del INDEC. Este censo ha permitido identificar a 300 personas que requieren atención urgente, categorizando los barrios según su nivel de riesgo. "No buscamos ofrecer soluciones temporales o asistencialismo, sino transformar la vida de estas personas a través de un enfoque integral", enfatizó el secretario.
Entre las situaciones más alarmantes descritas por Arístides se encuentra la entrega de niñas a redes de trata como una trágica consecuencia de la pobreza. Además, la proliferación de puntos de venta de drogas en todos los barrios agrava la situación, causando un daño devastador en estas comunidades vulnerables. "La droga está presente en todos los barrios más empobrecidos, con muchas personas consumiendo, lo que empeora aún más la situación", afirmó Arístides.
Pese al sombrío panorama, el programa "Relevar" ha comenzado a generar cambios en algunos sectores. Los vecinos, al sentir la presencia del Estado, han comenzado a limpiar microbasurales, mostrando una respuesta positiva a la iniciativa.
Arístides también resaltó la importancia de reactivar las comisiones vecinales como una herramienta crucial para mejorar las condiciones en los barrios.  "Un barrio organizado con una comisión vecinal es una gran ayuda para el municipio. Es la esencia de la democracia en el barrio", concluyó. La situación en Concordia es crítica, pero el diagnóstico detallado y el trabajo colaborativo entre el municipio y la comunidad ofrecen una esperanza de cambio para estas familias que sobreviven en condiciones extremadamente difíciles.