La mirada de un concordiense en medio del conflicto en Israel
Alejandro Fruncieri, un concordiense de origen judío, recientemente regresó a su tierra natal luego de una experiencia de un año y medio en Israel que coincidió con un período turbulento en la región.
Su testimonio arroja luz sobre el conflicto en Oriente Medio desde la perspectiva de un testigo directo y su análisis de la situación actual.
Alejandro se trasladó a Israel como parte del proceso de Aliyah, una iniciativa que permite a judíos de todo el mundo establecerse en el Estado de Israel.
Durante su estancia, vivió en Be’er Sheva, una ciudad ubicada al sur del país, a unos 30 kilómetros al este de Gaza.
Allí, pasó nueve meses inmerso en la vida israelí, estudiando idiomas, trabajando en una institución financiera y enseñando italiano y español en un instituto de idiomas llamado New School. Además, aprovechó su tiempo para estudiar historia del arte judío e israelí, lo que lo llevó a convertirse en profesor de historia.
Aunque su regreso a Argentina estaba planificado de antemano, la decisión de adelantarlo coincidió con el inicio de una escalada de violencia en la región.
Alejandro vivió en Tel Aviv durante parte de su estancia en Israel, una ciudad conocida por su vida nocturna vibrante y su atmósfera festiva. Sin embargo, esta imagen idílica se desmoronó cuando estallaron los bombardeos.
El sábado 7 de octubre por la mañana, mientras celebraban el Shabbat y las festividades de Sukkot y Simchat Torah, la ciudad se convirtió en un escenario de alarmas y ataques aéreos.
Si bien las alarmas de cohetes son comunes en Israel debido a la constante amenaza de grupos como Hamas, lo que sorprendió a Alejandro fue la ausencia de una tensión previa que justificara los ataques. La intensidad de los bombardeos y la cantidad de cohetes lanzados desde Gaza generaron una sensación de incertidumbre y miedo en la población.
El conflicto en Oriente Medio afectó profundamente a la población de Israel y Gaza. En Israel, la prioridad actual es el rescate de rehenes y la eliminación de Hamas, el grupo que controla la Franja de Gaza.
Sin embargo, una vez que se restablezca la calma, se espera un largo proceso de reconstrucción y, con suerte, negociaciones diplomáticas para alcanzar una paz duradera. La esperanza de Alejandro es que, tras la desaparición de Hamas como fuerza dominante en Gaza, se fortalezca la Autoridad Palestina y se evite la reaparición de grupos extremistas.
Alejandro mantiene contacto constante con amigos en Israel, muchos de los cuales viven en áreas afectadas por los ataques. La angustia y la tristeza reemplazó la alegría que caracterizaba a Tel Aviv. La incertidumbre sobre el destino de más de 200 personas secuestradas por Hamas ha agudizado el sufrimiento de la población.
En cuanto a su visión a largo plazo, Alejandro espera que, una vez que se alcance un acuerdo de paz, se fortalezca la Autoridad Palestina y se evite la reaparición de grupos extremistas en Gaza.
La solución al conflicto pasa por procesos democráticos y negociaciones diplomáticas. A pesar de la complejidad del conflicto, Alejandro cree que la coexistencia pacífica es posible si se abordan las diferencias con respeto y diálogo.
La experiencia de Alejandro Fruncieri es un recordatorio de la importancia de buscar soluciones pacíficas en una región marcada por la violencia y la tensión.
Su historia refleja la realidad de miles de personas que viven en medio del conflicto en Oriente Medio y nos recuerda la necesidad de trabajar hacia un futuro más pacífico y estable en la región.