La Policía porteña usará las pistolas Taser desde el 17 de julio
El Gobierno porteño oficializó que a partir del 17 de julio, 250 efectivos de la Policía de la Ciudad portarán pistolas eléctricas Taser en las calles de la Ciudad. Instituciones y legisladores han planteado la necesidad de evaluar la peligrosidad real de estas armas, planteada por el propio fabricante.
El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Eugenio Burzaco, anunció que 250 efectivos de la Policía de la Ciudad saldrán a la calle con las pistolas eléctricas Taser a partir del 17 de julio, luego de haberse capacitado para su empleo.
“A partir del 17 de julio esta arma va a estar ya en uso en toda la Ciudad de Buenos Aires, especialmente estaciones de subte, terminales de ómnibus, colectivos y trenes”, dijo Burzaco en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), durante una jornada de capacitación de los policías que tendrán a su cargo el manejo de estas pistolas de baja letalidad.
Burzaco confirmó que “se va a trabajar en binomios”, por lo cual se están “capacitando a 250 policías”, ya que, según explicó, “un oficial disparará y el otro oficial tendrá la tarea de reducir al delincuente o a la persona que tuvo el brote psicótico”.
El ministerio porteño explicó que los llamados “Dispositivos Electrónicos de Inmovilización Momentánea” envían una descarga eléctrica a través de dardos que permiten inmovilizar a personas violentas o en estado de desequilibrio sin causarles daño permanente, lo cual ha sido puesto en duda por distintas voces críticas.
La letalidad de las Taser
Ya en mayo de 2021, cuando el gobierno de Larreta justificaba las armas eléctricas por parte de las fuerzas de seguridad ante situaciones que involucran a personas bajo efectos de sustancias o víctimas de padecimientos mentales, el jefe de Gobierno omitía que el el propio fabricante de las Taser desaconseja específicamente su uso en esos casos, habiéndose comprobado que dichas armas pueden causar severas lesiones y/o la muerte.
Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) alertó puntualmente que las pistolas Taser son “armas menos letales” aunque “se promocionan” como “no letales”. El organismo reiteró entonces que su “uso desproporcionado” puede “ocasionar la muerte”.
La legisladora porteña Claudia Neira había advertido, a su vez: “Creemos que el Estado de la Ciudad debe planificar la utilización de armas para distintos casos que se presenten. Hay una absoluta falta de planificación. Tenemos que ver cuáles necesitamos y en qué tiempos para ver cómo se van a ir incorporando”.
La compra de las armas cuestionadas también recibió fuertes críticas en la Legislatura de CABA por parte de la legisladora de Unión por la Patria (UXP) Victoria Montenegro, al afirmar que la administración de Larreta “promete a la Argentina la seguridad que no puede darle a la Ciudad de Buenos”.
Horacio Pietragalla Corti, titular de la Secretaría de Derechos Humanos fue otra de las voces que se manifestó ante el tema en el pasado abril, al señalar que la incorporación de las Tasser “denota la clara voluntad represiva de esa fuerza, cuyo principal responsable equipara un evento de salud, como es un brote psicótico, a situaciones de personas ‘con armas o un cuchillo’, y propone como única respuesta el uso de las pistolas eléctricas”.
También se expresaron al respecto los metrodelegados del subte porteño, quien en la voz de su representante, Roberto Pianelli planteó que el uso de las Taser en ese ámbito “Es una locura total. No entienden el peligro. Una acción de ese tipo puede generar un caos en el subte. Están manejando una violencia inconcebible”.
Desde la presentación oficial del Gobierno porteño justificaron que las armas en cuestión graban toda la secuencia de uso -en imágenes y en audio-, por lo que pueden verificarse posteriormente las condiciones de tiro, cosa que no ocurre con las armas de fuego reglamentarias.
El proceso de capacitación se llevó a cabo en el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad, donde personal de la firma fabricante de estos dispositivos entrenó a los instructores y luego fueron ellos los que durante tres semanas instruyeron a los 250 policías que saldrán a las calles.
Los oficiales recibieron un curso intensivo sobre el manejo adecuado de las pistolas Taser y la aplicación de protocolos de uso.