La transformación del Campo El Abasto dejó atrás el basural a cielo abierto
Esta semana, las redes sociales de la Municipalidad de Concordia y del intendente Enrique Cresto difundieron una producción en video, que da cuenta del impacto positivo de la transformación del Campo El Abasto en la vida de más de 100 trabajadores y trabajadoras que actualmente cumplen labores en la planta de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos del Nodo Ambiental Concordia.
El mensaje muestra el fuerte contraste entre las imágenes y entrevistas que medios nacionales como TN y Canal 13 se ocuparon de difundir intensamente, del mismo modo que lo hizo un informe especial de la corresponsalía argentina de la BBC, y el actual estado de situación en el predio.
�SRevolver la basura para comer⬝, �SCómo se vive en el basural de Concordia⬝, �SNiños que trabajan en el basural del Campo El Abasto⬝ y �SEn Concordia cada vez más familias viven de los residuos en un basural⬝ eran algunos de los títulos que el poderoso grupo mediático reproducía a toda hora y en todas sus plataformas el año pasado.
Hoy, la realidad es diferente: con el avance del relleno sanitario, la clausura del basural a cielo abierto y la puesta en marcha del centro de Procesamiento y Reciclaje, el Nodo Ambiental Concordia está plenamente en operaciones.
El proyecto, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, es una de las obras prioritarias en la agenda de trabajo conjunto que llevan adelante el intendente Enrique Cresto y el gobernador Gustavo Bordet.
En el material que el Gobierno Local publicó en las redes sociales se destaca, precisamente, el trabajo conjunto el Intendente con Bordet y el ministro Juan Cabandié para impulsar el desarrollo de esta obra, luego su paralización y postergación durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri.
Además, la pieza audiovisual registra testimonios de trabajadores y trabajadoras de la planta GIRSU, que se refieren al profundo cambio que representó en sus vidas dejar los riesgos e insalubridad del basural para incorporarse al trabajo planificado, digno y sostenible de la planta.
Antes y después
Silvia Susana Martínez es una madre de familia y vecina del barrio El Silencio. Antes formaba parte del grupo de recolectores informales que juntaban lo que podía rescatar en el basural. En esas condiciones fue entrevistada por TN y otros medios. Ahora trabaja en la planta de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). Hoy, junto a sus compañeros y compañeras de trabajo, vuelve a hablar de su situación, en un contexto absolutamente distinto.
�SSoy del barrio El Silencio y siempre trabajé en El Abasto. Hoy somos tres turnos de más de 106 trabajadores y esto, sinceramente, nos cambió la vida⬝, dijo Martínez. �SLo logramos entre todos.
Estoy muy emocionada porque lo que hacemos ahora es muy distinto y podemos darle una vida diferente a nuestras familias⬝, destacó.
Una vida diferente
�SCon el relleno sanitario, ya no habrá basurales a cielo abierto y cientos de familia acceden a la oportunidad de un proyecto de vida diferente⬝, refirió Martín Armanazqui, coordinador de la Unidad de Desarrollo Ambiental y Administración del Campo del Abasto (UDAAPA).
�SAl clausurar el basural, se trabajó también en la reconversión definitiva de la modalidad de recolección informal de la gente que esperaba los camiones en el volcadero. Ahora están trabajando en la planta GIRSU. Junto con las obras, se avanzó en la cuestión social. Y los niños que antes iban al basural ahora concurren a la guardería que está en el camino de ingreso al predio, donde reciben contención, educación y afecto⬝, detalló el funcionario. �SSin dudas, todo lo que se hizo y se está haciendo en el Campo del Abasto representa un antes y después que consolida el desarrollo de Concordia⬝, concluyó el funcionario.