Los expertos advierten que cada vez más niños presentan trastornos
Estos trastornos señalan que la mayoría de los casos pasan inadvertidos en el comienzo y remarcaron que el diagnóstico tardío puede derivar en problemas anímicos y comunicativos.
Se trata de una dificultad que altera el desarrollo del lenguaje de los niños de manera persistente sin que existan otras alteraciones en el desarrollo tales como hipoacusia, discapacidad intelectual, trastorno neuromotor, psiquiátricas.
Puede involucrar el aspecto receptivo, expresivo o ambos. Y dado que es un trastorno neurobiológico, no se puede prevenir. Sin embargo, si hay antecedentes en la familia y/o hubo riesgo pre, peri o postnatal, se puede realizar su seguimiento a fin de hacer una detección precoz. Debido a que en el último tiempo aumentaron las consultas por niñas y niños cada vez más pequeños con ausencia del lenguaje o dificultades en la comunicación, los especialistas instaron a detectar este tipo de problemas lo más temprano que sea posible en la infancia.
Es que el diagnóstico oportuno, y el correcto abordaje en tiempo y forma disminuye las principales consecuencias de este trastorno: dificultades en el aprendizaje y problemas anímicos y comunicativos.
“Además, al diagnosticar y abordar estos trastornos a tiempo, estamos allanando el camino para un futuro más brillante y productivo para estos peques, permitiéndoles alcanzar su máximo potencial”, opinó Pilar García de La Granja, directora de la Fundación Querer, una asociación española sin fines de lucro que trabaja con niños con necesidades educativas especiales, siendo los trastornos del lenguaje una de sus especialidades. Para ella, “la concienciación sobre los trastornos del desarrollo del lenguaje es un acto de empatía y justicia que beneficia a toda la sociedad”.
Preocupa el aumento de casos
Desde el sector de Lenguaje y Comunicación del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires sostienen que aumentaron las consultas por niñas y niños cada vez más pequeños con ausencia del lenguaje o dificultades en la comunicación.
“En las consultas observamos en ellas/os una pobre comunicación e intención comunicativa al momento de mirar, señalar, pedir; presentan poco desarrollo del juego. En algunos casos, esto puede deberse a la exposición temprana de pantallas, ya sea celular o televisión, donde pasan horas frente a estos y es tiempo que no invierten en jugar o en interactuar con su familia. Otro caso que vemos es que los padres tienen intención de jugar o de estimularlos pero no tienen el conocimiento adecuado para hacerlo”, analizó la licenciada en Fonoaudiología Patricia Villalba (MN 9319), coordinadora del sector Lenguaje y Comunicación del hospital. En el mismo sentido, otra integrante del área, la licenciada en Fonoaudiología Jorgelina Makaric (MN 8188), detalló las consecuencias del trastorno del desarrollo del lenguaje según el tipo de alteración: “Si el niño no comprende, su desarrollo tanto intelectual como social se van a ver alterados, se deberán introducir ayudas complementarias lo antes posible para minimizar esta dificultad sobre todo a nivel escolar y para que el niño logre cumplir con las consignas requeridas. Si la dificultad es a nivel expresivo y el niño presenta un lenguaje ininteligible, sus consecuencias pueden llegar a ser a nivel social y a nivel del desarrollo de la lectoescritura”.
El diagnóstico se puede dar a partir de los cuatro años aproximadamente pero antes suelen aparecer signos que ponen de manifiesto que hay un retraso y/o desvío en la adquisición de pautas de desarrollo típico del lenguaje.
A qué edad es “preocupante” que un niño no hable
Según la médica pediatra Stella Maris Gil (MN 61.299) y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), “en el desarrollo madurativo los niños tienen tiempos distintos, pero siempre dentro de un parámetro similar y con un patrón de progresión de adquisición de pautas característico”.
En su experiencia, “las preocupaciones aparecen cuando el niño no tiene intención comunicativa, reciprocidad comunicativa con el otro. Y en cuanto al habla, cuando las palabras no aparecen a edades estipuladas”. En este punto, según especialistas de la Clínica Mayo “existen una serie de marcadores, conocidos como hitos, que pueden ser una guía de la capacidad del niño para hablar”. Estos hitos ayudan a los médicos a saber cuándo un niño puede necesitar más ayuda.
Y se podrían sintetizar en cinco momentos:
1- Al final de los tres meses, un bebé podría:
- Sonreír cuando aparecen sus padres o figuras de apego
- Hacer sonidos de gorjeo
- Permanecer en silencio o sonreír cuando se le habla
- Reconocer la voz de sus padres o cuidadores
- Llorar de manera diferente según la necesidad que tenga
2- A los seis meses, podría:
- Hacer sonidos como gorgoritos al jugar
- Balbucear y hacer una gama de sonidos
- Usar la voz para expresar lo que le gusta o no le gusta
- Dirigir la mirada hacia los sonidos
- Responder a los cambios en el tono de la voz de quien le habla
- Notar que algunos juguetes hacen sonidos
- Notar cuando hay música
3- A los 12 meses, un niño podría:
- Intentar imitar los sonidos del habla
- Decir algunas palabras, como “papá”, “mamá” y “oh-oh”
- Comprender instrucciones sencillas, como “vení para acá”
- Saber el nombre de elementos comunes, como “zapato”
- Darse vuelta y mirar hacia el lugar de donde proviene un sonido
4- A los 18 meses, un bebé podría saber lo siguiente:
- Los nombres de personas, objetos y partes del cuerpo
- Seguir instrucciones simples que se dan mediante gestos
- Decir hasta 10 palabras
Los niños necesitan interacción social con cuidadores de confianza para desarrollar sus habilidades cognitivas, de lenguaje, motrices y socioemocionales (Getty)
Los niños necesitan interacción social con cuidadores de confianza para desarrollar sus habilidades cognitivas, de lenguaje, motrices y socioemocionales (Getty)
5- A los 24 meses, podría hacer lo siguiente:
- Usar frases simples, como “más leche”
- Hacer preguntas de una o dos palabras, como “¿vamos?”
- Seguir indicaciones simples y comprender preguntas sencillas
- Pronunciar unas 50 palabras o más
- Hablar lo suficientemente bien como para que los padres u otros cuidadores lo entiendan al menos la mitad del tiempo. Infobae.