Más de dos millones de niños abandonaron sus hogares por el conflicto armado
Los infantes son víctimas directas del conflicto que estalló en el mes de abril, actualmente deben abandonar sus hogares en medio de una lucha que los pone en peligro a cada momento.
El conflicto que estalló en abril en Sudán por los enfrentamientos entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) provocó que más de dos millones de niños abandonen sus hogares, una cifra que supera el dato de desplazamientos registrado en los cuatro años anteriores juntos, alertó Unicef.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia estima que 1,7 millones de niños son ahora desplazados internos, mientras que más de 470.000 cruzaron hacia países vecinos, reportó el informe Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria en Sudán (IPC).
“Estamos escuchando historias inimaginables de niños y familias que lo perdieron todo y tuvieron que ver a sus seres queridos morir delante de sus ojos. Lo hemos dicho antes, y lo volvemos a decir: hace falta paz para que los niños sobrevivan”, reclamó la representante de Unicef en Sudán, Mandeep O’Brien.
Cada hora, los datos se elevan de media con más de 700 nuevos casos, por lo que la agencia cree que es “urgente” actuar, informó la agencia de noticias Europa Press.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que cerca de 14 millones de niños necesitan ayuda humanitaria urgente y la inseguridad alimentaria amenaza con empeorar para 10 millones de menores, según los estudios más recientes publicados con vistas a septiembre.
Aumenta, además, el riesgo derivado de la temporada de lluvias, tanto por la destrucción directa de viviendas como por generar un caldo de cultivo perfecto para la expansión de nuevas enfermedades.
Actualmente, más de 9,4 millones de niños carecen de acceso a agua potable en Sudán y 3,4 millones de niños menores de 5 años corren un alto riesgo de contraer enfermedades diarreicas y cólera.
La organización instó a todas las partes a anteponer la seguridad y el bienestar de los niños por encima de cualquier otra consideración, lo que pasa también por garantizar el reparto de ayuda humanitaria.
Para los próximos 100 días, la organización de la ONU necesita 400 millones de dólares con el objetivo de ampliar sus actividades.